Los niveles de agua embalsados hoy en Coquimbo no superan el 6% de la capacidad, lo que ha llevado a los fruticultores a tomar medidas drásticas como arranque de cultivos, podas severas para que los huertos sobrevivan con el mínimo de agua, o incluso abandonar plantaciones completas.

Debido a esta situación, la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), encabezada por la directora de Fedefruta María Inés Figari, se reunió en Santiago con el Ministro de Agricultura Carlos Furche para entregarle los antecedentes de la severa crisis que vive el agro en la Región de Coquimbo, a causa de una sequía que ya se extiende durante casi una década.

La grave sequía en la zona “ha generado una disminución del 60% de la superficie agrícola de la región, y conllevado la desaparición de 32 mil hectáreas de frutales”, detalló Figari.

Así, las pérdidas económicas en huertos, instalaciones y capital de trabajo invertidos, se aproximan a los 1.000 millones de dólares, calcula María Inés Figari con las estimaciones realizadas por la Sociedad Agrícola del Norte.

“Sin agua, las personas en el campo no tienen cómo vivir, no tienen cómo comer”, expresó la dirigente.

La SAN también señala que la deuda de los productores frutícolas de Coquimbo llega casi a los US$1.600 millones, suma cuyo pago no ha sido posible a causa de la falta de sustento que genera esta situación.

Medidas

Figari pidió al ministro medidas de carácter financiero, como la reprogramación y prorrogación de créditos bancarios, que el Estado sea aval de los agricultores a través de una garantía CORFO, y préstamos a largo plazo -sobre 15 años- para que los agricultores que aún mantienen patrimonio puedan reinvertir en ellos.

En lo inmediato, Figari solicitó -entre otras cosas- detener los remates por deuda bancaria, la condonación de contribuciones agrícolas este año, al igual que de impuestos para exportadores por comisiones pagadas en el extranjero, además de concursos de riego a permanencia y la eliminación del cobro anual de energía en horario punta.

Apoyo de Fedefruta

Previo a la reunión en el Minagri, María Inés Figari se encontró con el presidente de Fedefruta, Juan Carolus Brown Bauzá, para analizar los antecedentes.

“La falta de agua además ha costado al menos 40 mil puestos de trabajo, afectando a miles de personas que viven del campo”, sostuvo Brown.