Cinco personas, entre ellas cuatro miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, resultaron heridas este viernes tras ser embestidas en Jerusalén por un coche conducido por un hombre que después intentó apuñalar a gente que se encontraba cerca.

Las relaciones israelopalestinas se han degradado gravemente en el último año, con la guerra de Gaza, la violencia en Jerusalén y el intento de la Autoridad Palestina de demandar a Israel en el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra

Cinco personas, entre ellas cuatro guardias fronterizas y policías, sufrieron heridas leves o ligeramente más serias en el ataque de este viernes. La quinta víctima es un ciclista de 51 años, según la policía y los servicios de emergencias.

“El conductor los embistió con su coche” y luego salió de él con un cuchillo para intentar apuñalar a las personas que se encontraban en las inmediaciones, explicó la portavoz policial Luba Samri en un comunicado.

Los agentes abrieron fuego e hirieron “gravemente” al autor del ataque, residente de Jerusalén Este, la parte palestina anexionada y ocupada de la ciudad, afirmó.

El joven, de unos 20 años, fue identificado por familiares como Mohamed Salaymeh, del barrio de Ras Al Mud.

Los hechos se produjeron antes de las 10.00 horas en un bulevar que separa la parte este y oeste de la ciudad, que ya fue escenario de ataques similares a finales de 2014.

En noviembre un guardia fronterizo murió y nueve personas fueron heridas cuando un palestino arrolló a un grupo de peatones que bajaban de un tranvía. Dos semanas antes, otro conductor había matado a un bebé y una joven utilizando el mismo sistema. Ambos atacantes fueron abatidos.

Este nuevo atropello se produce en plena fiesta popular judía, el Purim, celebrada en las calles con multitud de fanfarrias y personas disfrazadas.

“Nuestra respuesta al terrorismo es continuar con nuestra vida normalmente. Las celebraciones de Purim se mantienen y la seguridad en los diversos barrios será reforzada”, anunció el alcalde Nir Barkat en un comunicado, en el que invitó a los habitantes de la ciudad a acudir en gran número a un encuentro festivo previsto para última hora de la mañana.

Las relaciones entre ambas partes empeoraron en diciembre, cuando los palestinos llevaron una propuesta de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU —que fue rechazada— pidiendo la retirada de las tropas israelíes y el fin de la ocupación de Cisjordania en los próximos dos años.

En enero, los palestinos lograron entrar en el TPI, donde pretenden lanzar una acusación formal contra Israel en abril, casi un año después de que ambas partes rompieran las negociaciones de paz.

Israel respondió congelando la transferencia de impuestos recaudados por cuenta de la Autoridad Palestina, dejando a la administración palestina sin fondos para pagar a sus funcionarios.

El jueves, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) anunciaba el fin de la cooperación de seguridad con Israel, lanzada en 1993 tras los acuerdos de paz de Oslo.

Aunque no mencionó ningún plazo, la OLP advirtió de que la implementación de esta medida “forzaría a Israel a tomar plena responsabilidad del pueblo palestino en el Estado palestino ocupado, Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este”.