El nuevo obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, llegó a la capital provincial en una hermética visita, la cual si bien pretendió que pasara desapercibida, fue conocida por un grupo de feligreses que protestaron en las afueras de su futura vivienda, ubicada en calle Hermanos Filippi.

Fue la tarde del martes cuando se conoció que la pronta primera autoridad de la Iglesia Católica en Osorno había llegado a la comuna, trascendiendo que se reunió en forma privada con sacerdotes de la diócesis local en el denominado Barrio Universitario, situado en la Población Kolbe. Incluso en la cita estuvo presente el padre Peter Kliegel, uno de los principales detractores a su nominación como obispo local.

Sin embargo, Barros Madrid no llegó hasta la casa de calle Hermanos Filippi, donde integrantes del movimiento OLA lo esperaron, para exigirle una explicación en relación a su nominación, sobre su vinculación a Fernando Karadima y sobre lo secreto de su visita a Osorno, según explicó el vocero de la entidad, Juan Carlos Claret.

El hecho de que no haya llegado hasta la casa de Hermanos Fillipi no fue bien visto por los manifestantes, pues demostraría que no quiere hablar con la comunidad, ante lo que Claret lo comparó con una avestruz.

Según ha trascendido, este miércoles el nuevo obispo de Osorno se reunirá con representantes de la iglesia durante la mañana, en tanto los opositores a su nombramiento realizarán una velatón.