Se mantiene la alerta roja en un radio de 10 kilómetros a partir del cráter del volcán Villarrica, que entró en erupción la madrugada del martes, pero que horas después disminuyó su actividad.
Por esto, el Gobierno decidió cursar un decreto de emergencia agrícola en la zona, para paliar los efectos que pueden provocar la emanación de cenizas y la actividad volcánica, sumado a los que ya provoca la sequía que afecta a la zona.
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Marisol Coñuequir, agricultura y apicultora de las inmediaciones del macizo, dialogó con Expreso Bío Bío sobre este tema.
La mujer, que vive en la zona de Currarehue, distinta a 45 kilómetros de Pucón, contó que en una erupción mayor del volcán la comuna quedaría aislada, “porque se cortaría el puente del río Turbio, y la afectación directa de nosotros sería más bien la ceniza“.
Por ahora, indicó que la erupción no ha afectado “prácticamente en nada” a su zona, pero sí comentó que ha caído ceniza, lo que se aprecia en los techos.
Para ella, el mayor problema es el de la falta de lluvias. “En la zona de Currarehue estamos sufriendo una sequía extrema, un fenómeno que en años no lo habíamos vivido, no ha llovido desde el 25 de diciembre”, comentó.
Agregó que una erupción de mayor magnitud bajo el contexto de la sequía “sería fatal” porque no han podido guardar forraje de buena calidad para alimentar a los animales, ya que en vez de pasto los agricultores de la zona sólo han podido guardar paja.
Escucha la entrevista completa realizada por Patricio Cuevas y Scarleth Cárdenas en Expreso Bío Bío:
