Esta semana, la Organización Mundial de Salud confirmó que más de 1.000 millones de jóvenes se arriesgan a sufrir daños auditivos por escuchar música con el volumen demasiado alto, tal como informó BioBioChile.

Y es que el nivel sonoro en los conciertos y discotecas suele ser extremadamente fuerte, al igual que el volumen en los auriculares de los dispositivos de audio o de los smartphones.

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Según los datos recogidos por la OMS, cerca del 50% de los jóvenes de entre 12 y 35 años de países con ingresos altos o medios se exponen a niveles sonoros demasiado fuertes.

Con esto coincide el responsable de Calidad, Formación y Audiología de Centros Auditivos GAES en Chile el fonoaudiólogo Luis Ortega, quien señala que las personas sometidas a grandes ruidos en forma continua experimentan diversos trastornos en la actividad cerebral, cardiaca, respiratoria, molestias gastrointestinales, perturbación del sueño, y stress.

Sin embargo, una de las consecuencias “silenciosas” de los ruidos molestos es la hipoacusia o pérdida parcial de la audición.

“El problema es que la pérdida auditiva se produce en forma paulatina y muchas personas se van acostumbrando y no son conscientes de lo que les pasa hasta que comienzan a escuchar más bajo, entrecortado, o simplemente se acostumbran a que se les repita parte de una conversación”, explicó Ortega.

El especialista de GAES Chile recordó que con sencillos hábitos se puede prevenir la hipoacusia y el Día mundial de la audición (3 de marzo) es la fecha ideal para hacer conciencia de este mal que deteriora la calidad de vida de personas cada vez más jóvenes.

“Es importante detectar a tiempo los síntomas de este tipo de enfermedades porque de acuerdo a lo que indica la OMS, existen pérdidas auditivas que se pueden prevenir, sobre todo con la oportuna modificación de algunos hábitos como escuchar música a volumen moderado por espacio de no más de una hora”.

Consejos básicos para proteger los oídos

1. Bajar el volumen de la televisión, la radio, el equipo de sonido y el reproductor MP3.

2. No abusar del uso de reproductores de música durante más de una hora al día y con un volumen por debajo del 60% del máximo posible.

3. No exponerse a ruidos fuertes ni utilizar audífonos para oír música a todo volumen.

4. Abandonar un lugar cuando el sonido sea muy alto.

5. Si se trabaja con equipos ruidosos, usar protección auditiva.

6. Tener especial cuidado con los oídos cuando se presenten catarros, gripes o infecciones, que a la larga pueden causar pérdida auditiva. Se debe recordar que las infecciones están consideradas como la segunda causa de pérdida de la audición.

7. Al ducharse o nadar, usar tapones a medida para protegerse de la humedad en el conducto auditivo externo. Se debe tratar de que sean de material hipoalergénico, flexible y ligero.

8. No introducir objetos en el oído, ni siquiera los bastoncillos de algodón, ya que se puede dañar la membrana, el interior o provocar tapones con el cerumen acumulado.

9. Realizar estudios a los niños si se les detectan retrasos tanto en el aprendizaje como en el habla, ya que podría tratarse de problemas auditivos.

10. Visitar al médico otorrinolaringólogo cuando se presente alguna molestia en el oído y evitar la automedicación.