Alabama se convirtió en el 37º estado de Estados Unidos en permitir matrimonios a personas del mismo sexo, luego de que la Corte Suprema denegara una apelación para impedirlos.
El estado sureño había pedido a la mayor instancia judicial del país que impidiera estas uniones, hasta que se pronunciara sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo a nivel nacional dentro de unos meses.
Pero la Corte Suprema declinó escuchar el caso del estado y los jueces de asuntos familiares comenzaron a emitir licencias de matrimonio y a oficiar casamientos.
En una breve decisión distribuida a los periodistas, siete de nueve jueces rechazaron la última apelación de Alabama, autorizando de hecho a las parejas del mismo sexo a casarse.
“Lamento la decisión de la Corte Suprema de no permanecer con el mandato de la corte del distrito federal hasta que la alta corte finalmente discuta el asunto durante este verano”, dijo a través de un comunicado el ministro de justicia de Alabama, Luther Strange, quien introdujo la apelación del estado.
La oficina de Strange no emite licencias de matrimonio ni certificados de adopción, tampoco realiza ceremonias de casamiento, autoridad que resta a los jueces de asuntos familiares, quienes pueden decidir si casar o no a las parejas gay.
Entre el 20 y 29 de abril, la Corte Suprema decidirá si las parejas homosexuales pueden casarse en todo el país.
En Estados Unidos, la ley del matrimonio es un recurso del Estado.
Alabama había prohibido los matrimonios homosexuales. Pero una corte federal derrumbó la prohibición, diciendo que violaba la 14ª enmienda de la Constitución de Estados Unidos que garantiza igualdad de derechos.
Dos conservadores de la alta corte, Clarence Thomas y Antonin Scalia, dijeron que Alabama debería tener la oportunidad de que su caso sea escuchado así como los de Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee en abril.
“La decisión de hoy representa otro ejemplo de la creciente actitud arrogante de esta corte hacia los estados”, escribieron para expresar su desacuerdo.