Una desafortunada situación, por no decir graciosa y humillante, vivió en un partido Carl Haslam, jugador del AFC Mansfield de la novena división del fútbol inglés.

El horrible fallo de Haslam comenzó cuando el portero rival recibió un remate de media distancia que no pudo controlar, y ante las dudas del arquero el futbolista fue en busca de ese balón, robándoselo de las manos al meta y quedando en clara posición de gol.

Confiado, el jugador corrió hacia el arco eludiendo rivales y cuando estaba frente a frente con el pórtico preparó su disparo la zurda, que para mala fortuna del delantero percuto de manera terrible, mandando el balón a centímetros del palo derecho.

El público que se encontraba viendo el partido no pudo contener la risa y se burló de la desafortunada acción del jugador que pudo haber terminado en un claro gol.