Una joven de 25 años fue detenida por la PDI por una orden de arresto pendiente por el delito de robo con homicidio, ya que en su poder tenía un teléfono móvil que pertenecía a un joven de 20 años asesinado cerca del consultorio de Candelaria, en San Pedro de la Paz.
El caso policial se remonta al 7 de abril del año 2013, día en que Carlos Andrés Luna Saavedra, de 20 años, caminaba por calle Diagonal Bío Bío, y cerca de la línea férrea, fue abordado por un delincuente que lo asaltó, hiriéndolo con un cuchillo.
Lesionado de muerte, el joven avanzó unos metros hasta llegar por sus propios medios hasta el consultorio de Candelaria, a dos cuadras de donde lo atacaron, centro asistencial donde falleció pocos minutos después.
La Brigada de Homicidios arrestó días después al autor material del crimen, Javier Ibáñez Matus, pero una arista quedó pendiente: ¿qué ocurrió con el teléfono de la víctima?. La PDI estableció que estaba en poder de la joven de 25 años, comentó el comisario Jorge Abatte.
Por quedarse con el teléfono móvil se extendió la orden de arresto por robo con homicidio en contra de la mujer, identificada como Romina Belén Cancino Parra, de 25 años.
La labor de inteligencia de la PDI permitió ubicarla en el domicilio de su actual pareja, en Boca Sur, tras rastrearla en internet.
Romina Cancino adquirió el teléfono a través de su ex pareja, ya fallecido, quien habría tomado contacto con el autor del crimen. La joven además tenía órdenes de arresto por causar lesiones menos graves y tráfico de drogas en pequeñas cantidades.
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