Arabia Saudita observa este domingo una jornada de duelo en homenaje al rey Abdalá, mientras dirigentes de todo el mundo siguen acudiendo a Riad para saludar a su sucesor, Salman, nuevo monarca de este país, primer exportador mundial de petróleo.

Las calles de Riad, generalmente repletas de tráfico, estaban casi vacías este domingo de feriado excepcional, dos días después de la muerte de Abdalá, a los 90 años.

El nuevo rey, Salman ben Abdel Aziz, de 79 años, deseó esta jornada de duelo para “permitir que todos los ciudadanos presenten sus condolencias”, indicó la agencia oficial Spa.

Al mismo tiempo, el hermanastro y sucesor del rey fallecido seguía recibiendo a dirigentes extranjeros. Este domingo es esperado el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Ya recibió el sábado al francés François Hollande, a los británicos David Cameron y el príncipe Carlos de Inglaterra, al iraní Mohammad Javad Zarif, al egipcio Abdel Fatah Al Sisi o al palestino Mahmud Abas, entre muchos otros.

El presidente estadounidense, Barack Obama, decidió acortar una visita a India, que se inicia este domingo, para poder viajar el martes a Arabia Saudí.

La Casa Blanca indicó que Obama telefoneó el sábado desde su avión Air Force One al rey Salman “para expresarle personalmente su simpatía”.

Obama y su esposa Michelle viajarán a Riad para dar el pésame “en nombre del pueblo estadounidense” al nuevo monarca saudí. El mandatario saludó en Abdalá a un aliado “sincero” y “valiente”.

Varios dirigentes musulmanes ya habían asistido el viernes al funeral y al entierro de Abdalá, una ceremonia sencilla en la mezquita Imán Turki de Riad.

Aliado cercano de Washington

El rey fallecido fue un aliado de los occidentales en la lucha contra los yihadistas pero criticado por su política en materia de derechos humanos.

Arabia Saudí se sumó el año pasado a la coalición liderada por Washington para llevar a cabo bombardeos aéreos contra el grupo Estado Islámico.

En su primer discurso, Salman, de 79 años y con problemas de salud, declaró que no habrá cambios en la política de este reino ultraconservador sunita del Golfo, primer exportador mundial de petróleo, y peso pesado de Oriente Medio.

“Permaneceremos, con la fuerza de Dios, en la senda recta que este Estado ha seguido desde su creación por el rey Abdelaziz Ben Saud y sus hijos después”, afirmó el nuevo monarca

Arabia defiende con firmeza el mantenimiento de la producción de la OPEP a su nivel actual, aun a riesgo de que se acelere esta caída de precios del crudo (-50% desde junio).

El monarca fallecido, que oficialmente reinó una década pero manejó las riendas del poder durante diez años más tras el ataque cerebral de su hermanastro Fahd en 1995, ejerció una gran influencia en la política regional.

Sin embargo, defraudó a los reformistas, sobre todo en materia de libertad de expresión y de derechos de las mujeres, que siguen sin poder conducir vehículos.

Arabia Saudí, un país fundado en 1932 en la región donde nació el islam en 622, alberga los dos principales lugares santos musulmanes, La Meca y Medina.