Fue en 2013 que un bebé llamado Beau -de casi 2 años en ese entonces- y su cachorro Theo se hicieron conocidos en internet, luego de que su madre Jessica Shyba publicara una serie de imágenes que mostraba cómo ambos dormían la siesta juntos todos los días.
Esta hermosa amistad aún perdura, claro que tanto el niño como el can están más crecidos y han sumado a una nueva compañera: Evangeline, la hermana pequeña de Beau de sólo 4 meses de edad.
Según señaló Jessica al diario electrónico Huffington Post, cuando Evvie -como le dicen los padres a la pequeña- llegó a la familia, debieron acomodar sus horarios y rutinas, consiguiendo adaptarse con éxito.
“Todavía está un poco confundida por el perro, pero parece que empieza a apreciar sus besos y su atención”, mientras su hermano “es muy amoroso con ella”, aseguró la madre.
Jessica Shyba | Instagram
Shyba dijo sorprenderse muchísimo “cada vez que los acostaba y se dormían los tres, pero es como si todos durmieran mejor con alguien al lado. Nunca salgo de la habitación mientras duermen y a veces las siestas no duran demasiado”.
Cabe destacar que Jessica publica las imágenes en su cuenta de Instagram -donde reúne más de medio millón de seguidores- y planea publicar un libro con las fotos de las ya célebres siestas en febrero.
Recordemos que tal como informó BioBioChile, la madre contó en 2013 que al perro lo encontraron “escondido junto con sus dos hermanos en el patio trasero de la Sociedad Protectora de Animales de Santa Cruz (California, EEUU)”.
“Big Bird -como se le llamaba en el refugio- era el más tímido de todos los perritos al conocernos”, dijo la mujer hace dos años, añadiendo que al instante que su hijo entró al corral, el can se refugió en su regazo. “La expresión de su carita peluda fue suficiente para mí para sellar el trato, habíamos encontrado a nuestro nuevo miembro de la familia”, dijo.
La mujer reveló que desde ese entonces que todos los días, cuando el niño toma su siesta, el perro lo sigue. “Él se deja caer justo encima de Beau y duermen juntos durante un mínimo de 2 horas”, indicó Jesica, asegurando que sus siestas diarias se han convertido en “lo que sólo puedo describir como la amistad más orgánica y hermosa que jamás haya visto”.
