Una sequía histórica perjudicó la cosecha de café de Brasil este año y tendrá asimismo consecuencias en 2015 en la producción del país, primer productor y exportador mundial del pequeño grano negro.

El gigante sudamericano, de donde proviene un tercio del café mundial, cosechó 45,3 millones de sacos de café de 60kg en 2014, o sea un 7,7% menos que el año pasado, indicó el martes el ministerio de Agricultura.

Tomando en cuenta solo el arabica, la caída supera el 15%, con una producción de 32,3 millones de sacos.

“Esta cosecha tenía todo para ser récord porque muchas plantaciones eran nuevas y los caficultores habían invertido para aumentar la productividad. A fines de 2013 imaginábamos una producción de 60 a 65 millones de sacos”, recuerda Gil Barabach, consultor de Safras e Mercado.

Pero el clima arrojó sombra sobre las perspectivas desde las primeras semanas de 2014. Una sequía histórica golpeó el sur y el sureste de Brasil, las principales regiones cafeteras del país, y se prolongó hasta noviembre.

“Nuestra pluviometría habitual es de 1.600 mm o 1.800mm por año. En 2014, no alcanzamos los 900 mm”, dijo Paulo Sergio Elias, portavoz de la cooperativa Cooparaiso, que con sus 3.000 caficultores cosecha un millón de sacos de arabica por año en las plantaciones de Minas Gerais, la principal región productora del país.

RAMAS CORTAS, RACIMOS INCOMPLETOS

“La falta de lluvias afectó muchísimo la producción 2014 porque tuvo lugar en enero y en febrero, en momentos en que el grano engordaba y maduraba. Afectará también todo el potencial productivo del año venidero porque las reservas de las plantas son demasiado débiles como para asegurar el desarrollo de futuros frutos”, añade el técnico.

El arbusto del café tiene un ciclo de producción bianual: desarrolló en 2014 las ramas y flores que darán los granos en 2015.

“Las plantaciones gastaron enormes energías para soportar el estrés hídrico y las temperaturas elevadas. Resultado: las ramas son más cortas de lo normal, y van a cargar menos granos. También faltan brotes en los racimos: el arbusto aborta naturalmente una parte de las flores para no agotarse asegurando su crecimiento”, explica Paulo Sergio Elias.

Las heladas que golpearon el estado de Paraná (sur) contribuyeron igualmente a disminuir la producción en 2014: la cosecha en esta región cayó dos tercios en relación a 2013, según las cifras de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

MENORES STOCKS PARA 2015

Anticipada por los mercados, la débil cosecha brasileña estimuló los precios del arabica: aumentaron un 50% en 2014. El miércoles, en el mercado a futuros ICE de Nueva York, la libra para entrega en marzo se cotizaba a 171,35 centavos de dólar.

Las plantaciones de robusta, situadas en zonas menos afectadas por la sequía, rindieron un 20% más de granos que el año pasado pero representan menos de un tercio de la producción de café de Brasil.

En 2015 “la producción debería ser similar a la de 2014″, estima Gil Barabach.

También se han visto afectados los stocks de Brasil, principal productor y exportador mundial del grano con casi 20.000 km2 de plantaciones de café, casi la superficie total de El Salvador.

“El país tenía importantes reservas a raíz de la débil demanda y de precios bajos el año pasado. Cuando la caída de la producción se hizo sentir y los precios aumentaron, liquidó estos stocks a buen precio. Las reservas para 2015 serán bastante más ajustadas”, estima el analista.