La coalición de gobierno norirlandesa y los gobiernos británico e irlandés llegaron a un acuerdo este martes para impulsar el proceso de paz en Irlanda del Norte, tras semanas de negociaciones.

“Ahora las partes podrán empezar de verdad a superar los temas pendientes que no se han podido solucionar desde el acuerdo de Belfast” en 1998, declaró el primer ministro británico, David Cameron.

El acuerdo permitirá llevar a cabo una reforma de la seguridad social en Úlster y posibilitará el traspaso a Belfast del poder de cobrar impuestos a las empresas. 

Londres prometió aportar 2.000 millones de libras para ayudar a llevar a cabo estas reformas.

El documento también prevé nuevos mecanismos de investigación sobre las víctimas del conflicto norirlandés.

En cambio, hubo poco progresos en temas simbólicos, como los desfiles protestantes por barrios católicos y el uso de las banderas, que degeneran regularmente.

“Cada uno de nosotros hubiera preferido un acuerdo más global y completo, pero logramos más sobre estos temas” que en negociaciones anteriores, declaró por su parte el primer ministro norirlandés Peter Robinson.

Los acuerdos de 1998 pusieron punto final a 30 años de violencias interconfesionales que han dejado 3.500 muertos en la provincia británica, e instauraron un poder compartido por protestantes y católicos.