Cuatro personas condenadas por terrorismo fueron ejecutadas el domingo en Pakistán, cuyo gobierno decidió poner fin a una moratoria en vigor desde 2008, a causa del sangriento ataque islamista contra una escuela en Peshawar el martes.

Los cuatro condenados fueron colgados en la horca. Todos ellos estaban acusados de haber intentado asesinar al que fue líder de Pakistán, el general Pervez Musharraf, indicó un funcionario de prisiones en la ciudad de Faisalabad (este) a la AFP.

La decisión de Pakistán de reanudar las ejecuciones de personas condenadas a muerte ha sido muy criticada por grupos de defensa de los derechos humanos.

El viernes, otros dos hombres, también acusados de terrorismo, fueron ejecutados en la provincia de Punyab.

Además de los homenajes en el lugar de la masacre de Peshawar, en la que murieron 142 personas, prosiguen las detenciones relacionadas con el caso. El ministro de Interior, Chaudhry Nisar declaró que han sido arrestados unos 300 sospechosos en un suburbio de Islamabad.

Una facción de los talibanes, que reivindicó el atentado, lo justificó porque entre los niños que asistían a la escuela había muchos hijos de militares.