Cuba tiene la “disposición” de dialogar sobre cualquier tema con Estados Unidos, a pesar de sus grandes diferencias, declaró este sábado el presidente cubano, Raúl Castro, un día después de que su homólogo Barack Obama afirmara que “el cambio llegará” a la isla.

Castro destacó además que fue eliminado un “obstáculo” en las relaciones bilaterales, con el histórico acuerdo de restablecer lazos diplomáticos después de medio siglo, anunciado el miércoles simultáneamente por él en La Habana y por Obama en Washington.

“Reiteramos nuestra disposición al diálogo respetuoso y recíproco sobre las discrepancias. Tenemos firmes convicciones y muchas preocupaciones sobre lo que ocurre en Estados Unidos en materia de democracia y derechos humanos”, dijo el gobernante ante el Parlamento cubano, y destacó que pese a la reconciliación se mantiene el “bloqueo” estadounidense impuesto a la isla comunista en 1962.

“Aceptamos conversar (…) acerca de cualquier tema, de todo lo que quieran discutir de aquí, pero también de los Estados Unidos”, agregó Castro al cerrar una sesión semestral del Parlamento, en la que estaban presentes los tres agentes cubanos liberados el miércoles, tras 16 años en prisión en Estados Unidos: Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández.

También estaban presentes otros dos agentes liberados previamente tras cumplir sus sentencias, René González y Fernando González, así como Elián González, el niño balsero protagonista de una agria disputa entre Washington y La Habana en 1999-2000, quien ahora tiene 21 años.

“No ignoramos críticas contra Obama”

Castro, quien ha introducido reformas económicas de mercado pero rechaza acabar con el unipartidismo, destacó que “entre los gobiernos de los Estados Unidos y Cuba hay profundas diferencias que incluyen, entre otras, distintas concepciones sobre el ejercicio de la soberanía nacional, la democracia, los modelos políticos y las relaciones internacionales”.

No obstante, agradeció a Obama por dar este histórico paso, que fue criticado por algunos sectores estadounidenses y por líderes del exilio anticastrista más duro, aunque recibido con beneplácito por buena parte de los emigrados en Miami, donde se concentra la diáspora cubana.

“No ignoramos las virulentas críticas que ha debido soportar el presidente Obama (…) por parte de fuerzas que se oponen al restablecimiento de relaciones”, dijo.

“El pueblo cubano agradece esta justa decisión del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Con ello se ha eliminado un obstáculo en las relaciones entre nuestros países”, añadió.

Castro expresó que los acuerdos -mediados en secreto por el papa Francisco con apoyo de Canadá- son “un paso importante”, pero sigue vigente el “bloqueo” económico, que ha causado a la isla hasta ahora pérdidas por más de 100.000 millones de dólares, según La Habana.

“Se ha dado un paso importante, pero queda por resolver lo esencial, que es el cese del bloqueo económico comercial y financiero contra Cuba”, indicó el gobernante comunista, quien destacó que las sanciones han sido “reforzadas en los últimos años, en particular en el ámbito de las transacciones financieras”.

Esto ha afectado no sólo a Cuba, sino también a bancos extranjeros que operan en Estados Unidos, que han sido sancionados por Washington con millonarias multas, destacó.

Flexibilizar sanciones a la isla

“Esperamos que el presidente utilice sus prerrogativas ejecutivas (…) en aquellos aspectos que no requieran la aprobación del Congreso” para flexibilizar las sanciones económicas a Cuba, dijo Castro.

Los acuerdos anunciados por ambos presidentes contemplan el restablecimiento de relaciones diplomáticas, y permitieron la liberación de los agentes cubanos y de un “espía de origen cubano” y del contratista estadounidense Alan Gross que estaban presos en la isla.

Obama, quien dijo el miércoles que flexibilizará el bloqueo dentro de lo que le permiten sus atribuciones -pues solo puede ser eliminado por el Congreso-, manifestó el viernes su convicción de que “el cambio llegará a Cuba” con esta nueva política norteamericana hacia la isla, aunque eso no ocurrirá rápidamente.

“El cambio llegará a Cuba. Tiene que llegar. Tiene una economía que no funciona”, dijo Obama durante la última conferencia del año en la Casa Blanca, aunque admitió que no podía “anticipar cambios de la noche a la mañana” en la isla.

Obama negó que considere plazos para que ese cambio ocurra antes del fin de su mandato porque sería “poco realista que ahora busque ‘mapear’ dónde estará Cuba” en los próximos años.