La detención este miércoles de otras cinco personas elevó a 41 el número de arrestados por la pelea multitudinaria del 30 noviembre, en la que murió un hincha radical del Deportivo de La Coruña, horas antes del partido contra el Atlético de Madrid.

Una persona fue detenida en Madrid y otras cuatro en Gijón (Asturias, norte) con lo que hay un total de 41 detenidos, informaron fuentes policiales.

Entre los arrestados hay un guardia civil y, según la prensa española, también habría un militar perteneciente a la Unidad Militar de Emergencias (UME). 

La operación, denominada “Neptuno” por la fuente madrileña donde los aficionados del Atlético de Madrid celebran sus victorias, comenzó el martes con el arresto de 36 personas, entre ellas, dos supuestos autores materiales de la muerte de Francisco ‘Jimmy’ Taboada, miembro de los Riazor Blues, los aficionados radicales del Deportivo de La Coruña, que fue apaleado y arrojado al río Manzanares, que cruza la capital española.

Los hechos tuvieron lugar durante la multitudinaria pelea que el 30 de noviembre enfrentó a aficionados ultras, mayoritariamente del Atlético Madrid y del Deportivo, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, horas antes del partido de Liga entre los dos equipos.

El mismo día de la pelea fueron detenidas 21 personas, que fueron puestas en libertad dos días más tarde, aunque con los cargos de “riña tumultuaria” y la orden de presentarse en el juzgado dos veces al mes.

Los arrestados entre el martes y el miércoles en una operación que sigue abierta, están siendo interrogados por la policía y se prevé que empiecen a declarar ante el juez a partir del jueves.

La pelea llevó al Atlético de Madrid a expulsar a los miembros del Frente Atlético, sus aficionados radicales, protagonistas de la riña, mientras que el Deportivo se limitó a cerrar dos partidos la grada donde habitualmente se colocan los Riazor Blues.

Tras estos hechos, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) se reunieron para consensuar nuevas medidas contra la violencia verbal y física en el deporte.

Entre las medidas aprobadas para castigar las acciones de hinchas violentos figuran el cierre parcial de estadios, la pérdida de puntos e incluso el descenso de categoría.