Como sorpresiva fue calificada por Ripley la decisión de Cencosud de presentar una demanda arbitral en su contra ante el Centro Arbitral y de Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), por el arriendo de un local en Alto Las Condes.

Se trata de un arriendo cuyo contrato finalizó el mes pasado, por lo cual Ripley debía cesar sus operaciones el viernes 28, para devolver las dependencias ayer domingo, según informó Diario Financiero.

Pero como dicha situación no ocurrió, Cencosud decidió presentar una demanda arbitral en contra de la multitienda ligada a la familia Calderón. Mientras, una serie de paneles mantienen “cercada” la tienda, que no está operando.

Según la empresa propiedad de Horst Paulmann, ellos comunicaron oportunamente a Ripley del inminente término del contrato de arriendo para evitar algún conflicto.

No obstante, desde la firma de la familia Calderón sostienen que no se renovó el contrato ante la serie de condiciones que les planteó Cencosud, por lo cual pidieron aplazar el término de contrato en tanto se llegaba a un acuerdo, lo que finalmente no prosperó.

En un comunicado público al que tuvo acceso Diario Financiero, Ripley asegura que su intención “siempre fue renovar sus operaciones en el Alto Las Condes, para lo cual hasta altas horas de la noche del día de ayer (domingo), en dependencias del Costanera Center y con la presencia de altos ejecutivos del grupo Cencosud, se hicieron todos los esfuerzos para renovar este contrato”.

Sin embargo, “las condiciones exigidas a Ripley por Cencosud no nos permitieron llegar a un acuerdo” agrega el texto. Además, calificó de “sorpresivo” el anuncio que conocieron a través de la prensa.

Respecto de los trabajadores de ese local, la firma sostuvo que serán redistribuidos en otras tiendas de la región Metropolitana.