El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, reafirmó este sábado en Barcelona su oposición al proyecto presentado esta semana por el presidente nacionalista catalán Artur Mas para declarar la independencia de la región en dos años.

“Que quede claro una cosa: yo no voy a permitir que se ponga en tela de juicio la unidad de España” ni “que nadie tenga que elegir entre ser catalán y español; eso no se va a producir”, lanzó categórico durante un acto público de su partido en la capital catalana.

Se trata de su primera visita a Cataluña desde la votación simbólica sobre la independencia del 9 de noviembre, en la que unos 1,8 millones de personas (80% de los participantes) se mostraron partidarios de la secesión de esta potente región nororiental de 7,5 millones de habitantes.

“Si lo que pretendía era presentar una Cataluña independentista ha fracasado en toda regla”, aseveró Rajoy, quien no acudía a esta región desde el 30 de mayo pasado.

“Desde que soy presidente del gobierno he estado 16 veces en Cataluña, desde que presido el Partido Popular ya son 117 veces. Conozco Cataluña, sé lo que pasa, me importa, me preocupo y me ocupo de los problemas de los catalanes”, afirmó ante las críticas recibidas por su inmovilismo frente al crecimiento del malestar en la región en los últimos años.

Desde finales de 2012, Mas trató de celebrar un referéndum de autodeterminación bloqueado por Madrid en los últimos dos años lo que llevó al líder nacionalista a proponer este martes unas elecciones regionales donde los partidarios de la secesión se presentaran en una lista conjunta.

En caso de obtener mayoría absoluta, el gobierno regional saliente debería negociar con España y Europa las condiciones de separación y construiría las estructuras de Estado necesarias para declarar la independencia a finales de 2016.

“Lo último que necesita Cataluña son aventuras que traigan más inestabilidad y espanten a inversores y emprendedores”, dijo Rajoy, acusando a Mas de no gobernar la crisis económica y los problemas sociales de la región, cuyo ejecutivo no puede acceder a los mercados financieros y tiene problemas para afrontar sus pagos.

Ante esta situación, Rajoy destacó que su ejecutivo ayudó financieramente al gobierno catalán, prestándole dinero a través de un fondo de liquidez y ejecutando algunas de sus deudas con los proveedores.