Iniciar una nueva relación de pareja es una decisión a veces complicada, sobre todo cuando el término de la última no fue una buena experiencia. Pero no se puede vivir eternamente con esos fantasmas y ese es el momento en el que debemos decidir dar vuelta la página.
Cuando llega una nueva persona a nuestra vida comienzan una serie de cuestionamientos y miedos a los cuales no les debemos dar paso, ya que debemos estar preparados para disfrutar de lo que viene.
A raíz de esto el portal Salud180 entregó una serie de recomendaciones para que evalúes si realmente estás preparado para compartir felicidad y alegría con alguien que quieres.
Tiempo para sanar.
Por muy difícil que sea “aguantar” es la consigna, nunca es bueno precipitar las cosas. Ese tiempo de reflexión en el que puedes compartir y disfrutar contigo mismo debes vivirlo, ya que te ayuda a entender qué fue lo que realmente pasó en tu relación anterior.
Estar seguro de las decisiones.
Si no tienes confianza en ti mismo no puedes tenerla en otra persona. El tener claridad al momento de tomar una decisión es fundamental y esto tiene que ser cuando sientas que estas bien emocionalmente.
El mismo tipo de pareja.
Conocer cosas y gente nueva te ayudará a elegir mejor que la vez anterior. Evita que tu próxima pareja se parezca a la anterior porque es posible que vuelvas a caer en los mismos errores.
Alguien que te merezca.
Todo proceso de cambio es difícil pero no debes olvidar que el resultado será mejor: atraer a un compañero que te merezca. En este proceso será necesario que dejes a tras viejos hábitos que es posible influenciaran en el desarrollo y bienestar de tu antigua relación.
Te hace feliz.
Iniciar una relación cuando te sientes triste o deprimido no es buena idea. Poner tu felicidad en manos de otra persona o creer que si tienes novio vas a ser feliz, es un error terrible.
Si la persona que estas conociendo et hace feliz puedes pensar en comenzar una relación estable y saludable, pero es necesario que los 2 sean felices por sí mismos, antes de intentar buscar felicidad en otra persona.