La policía egipcia arrestó a docenas de islamistas para evitar la celebración de manifestaciones supuestamente violentas este viernes, después de la oración, y el ejército reforzó su presencia en la capital.
Un responsable del ministerio del Interior indicó que 107 supuestos miembros de los Hermanos Musulmanes habían sido detenidos.
Tras la llamada a las protestas se encontraba el Frente Salafista, parte de un grupo de islamistas opuestos al derrocamiento del presidente Mohamed Mursi el año pasado.
El movimiento de los Hermanos Mulsulmanes liderado por Mursi, en la lista negra del régimen egipcio, había apoyado la convocatoria sin decir si sus militantes tomarían parte activa en ella.
Desde la caída de Mursi, el gobierno egipcio ha desatado una durísima campaña de represión contra sus partidarios, muchos de los cuales han acabado muertos o en prisión.
El ejército y la policía han ampliado su presencia en muchas ciudades del país, lo cual no ha impedido un aumento en los ataques con bomba adjudicados a los islamistas, principalmente en El Cairo.