El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, pidió este jueves el respaldo de todos los partidos políticos a una batería de medidas contra la corrupción, en una inhabitual comparecencia parlamentaria, un día después de la dimisión de una ministra salpicada por un escándalo.

En un país indignado ante la multiplicación de investigaciones judiciales por corrupción, que afectan a políticos de izquierdas y derechas, sindicalistas, banqueros o a la misma familia real, y a las puertas de un año 2015 con elecciones municipales, regionales y legislativas, Rajoy defendió varios proyectos de ley ante el Congreso de los Diputados.

“Esta es la dieta cotidiana de los españoles (…) se mire hacia donde se mire se percibe que hay gente que explota a su beneficio las oportunidades que brindan la democracia y sus instituciones”, afirmó.

La corrupción “es un problema peligroso e inaplazable que este gobierno se ha tomado muy en serio”, “por eso he subido a esta tribuna”, agregó, recordando que hasta ahora sólo una vez había defendido personalmente un proyecto de ley, con ocasión de la abdicación en junio del rey Juan Carlos I.

Pocas horas antes, una de sus más cercanas y fieles colaboradoras, la ministra de Sanidad, Ana Mato, se había visto obligada a dimitir de su cargo alcanzada por un faraónico caso de corrupción que se cierne sobre el Partido Popular de Rajoy. Y, aunque conservó su escaño en el parlamento, el jueves estuvo ausente de la cámara durante este debate.

Mato fue citada por un juez como “partícipe a título lucrativo” en la investigación de la “trama Gürtel”, una red acusada de haber sobornado con lujosos regalos a responsables municipales y regionales del PP a cambio de contratos públicos.

El magistrado quiere juzgar a 43 personas, entre ellas ex altos cargos como el esposo de Mato -del que ahora está separada- Jesús Sepúlveda.

Otra parte de esta macroinvestigación que comenzó hace más de cinco años concierne a una supuesta contabilidad paralela del PP y podría afectar directamente a Rajoy.

Los españoles “esperan que tomemos medidas y que las tomemos juntos”, aseguró Rajoy. “Nadie entendería que las cortes dejaran de tomara medidas eficaces” contra la corrupción, agregó el mandatario, que llegó al poder a finales de 2011 y se enfrenta a nuevas elecciones en 2015.

“MEDIDAS COSMÉTICAS”

Los proyectos que defendió el jefe del gobierno están de hecho en estudio en el parlamento desde 2013 sin ningún avance. Este jueves, resumió él sus principios y propuso algunas endurecimientos.

El gobierno quiere imponer transparencia a la financiación de los partidos y que éstos renueven sus órganos directivos cada cuatro años, so pena de verse disueltos.

También busca mayor transparencia de las retribuciones y gastos de los altos cargos y agilizar los macrocasos por corrupción.

Sin embargo, la oposición no se embarcó en su proyecto.

El líder comunista Cayo Lara calificó las propuestas de Rajoy de “medidas cosméticas” y el socialista Pedro Sánchez le acusó de evitar el problema de fondo: “No es la primera vez que actúa así, lo ha hecho desde que hace ahora 20 meses vive con la carga de abordar la corrupción mientras se mantiene viva la acusación de su partido de que se ha financiado irregularmente durante más de 20 años”, afirmó.

“Ha dicho que nadie entendería que no adoptáramos medidas hoy. Lo que nadie entiende es que todavía no hayamos hecho nada, porque su grupo parlamentario tiene mayoría absoluta”, le lanzó Rosa Díez, del centrista UPyD.

España no es el único país de Europa que hace frente actualmente a importantes escándalos de corrupción política. Así, en Portugal, un exprimer ministro socialista, José Socrates, fue imputado por fraude fiscal y corrupción y puesto en detención.

En España, los escándalos que afectan a los partidos tradicionales, entre ellos socialistas del PSOE o los nacionalistas catalanes de CiU, propulsaron la popularidad de un nuevo partido de extrema izquierda, Podemos, cercano a movimientos como la izquierda radical griega Syriza.