Los disturbios que provocaron la caída del presidente burkinés Blaise Compaoré, a finales de octubre, dejaron 24 muertos y 625 heridos en el país, anunció este miércoles un comité de expertos designado por el nuevo primer ministro.

El balance, que contabiliza los muertos en el conjunto del territorio, es el primer cómputo oficial sobre los enfrentamientos del 30 y 31 de octubre provocados por la partida de Compaoré tras 27 años en el poder.

Entre los 24 muertos, 19 fallecieron por “complicaciones de herida de bala”, “ahogamiento”, “asfixia”, “complicaciones de traumatismo y quemaduras de gravedad”, precisó Clarisse Merindol-Ouaba, investigadora y presidenta del comité.

Las otras cinco víctimas son prisioneros que murieron en la cárcel de Uagadugú, tres de los cuales habían intentado escaparse durante los disturbios.

La oposición barajó el 30 de octubre una cifra de cerca de 30 muertos y más de 100 heridos. Fuentes diplomáticas consideraban, por su parte, que habían muerto unas 15 personas.

Según el comité burkinés, los 625 heridos presentaban lesiones de bala o de objetos cortantes, así como problemas respiratorios debidos a la inhalación de gases lacrimógenos.

La decisión de Compaoré de modificar la Constitución para seguir en el poder provocó manifestaciones multitudinarias en Burkina Faso.

El presidente tuvo que abandonar el poder, el 31 de octubre, para refugiarse en Costa de Marfil y en Marruecos, donde se encuentra desde la semana pasada.

Los militares, que tomaron el poder tras las protestas, acordaron la creación de un gobierno de transición de mayoría civil que debe conducir el país hasta las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre de 2015.