El “baile chino”, una danza practicada en ceremonias católicas populares en Chile, fue admitido este miércoles en la lista del patrimonio inmaterial de la humanidad, anunció la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En su 9ª reunión celebrada esta semana en París, el comité intergubernamental de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco resolvió admitir esta expresión cultural chilena, precisó el organismo.
Los “bailes chinos” son hermandades de músicos que “expresan su fe por intermedio de la música, la danza y el canto, con motivo de la celebración de fiestas conmemorativas católica. Se practica esencialmente desde la región del Norte Chico hasta la zona central de Chile, tiene cinco estilos plenamente diferenciados y cada uno de ellos lleva el nombre del valle o de la cuenca en la que predomina”.
Organizados principalmente por hombres de las zonas rurales, los “bailes chinos” se caracterizan por la ejecución saltos y flexiones de piernas al ritmo de una música instrumental isométrica interpretada con percusiones y flautas de origen precolombino.
“El abanderado del baile canta coplas de tema religioso, memorizadas o improvisadas, cuyas estrofas narran relatos piadosos, y le acompañan dos filas simétricas de músicos y bailarines, a partes iguales”, precisó la Unesco en un comunicado.
Un tamborilero dirige la coreografía de las danzas y marca también el compás de la música. Cada grupo cuenta con un abanderado y acompañantes, que suelen ser mujeres.
Según la Unesco, “la música, las danzas y las coplas se aprenden mediante observación directa, imitación y transmisión en el seno de las familias. Los bailes chinos son instrumento de participación en la vida social, que prestigian a los que participan en ellos. Constituyen modelos de integración y cohesión sociales que cuentan con la adhesión de casi totalidad de las comunidades locales y, además, confieren un sentimiento de identidad y solidaridad a quienes los practican”.
Junto con el “baile chino”, la Unesco aprobó este miércoles integrar a la lista manifestaciones de Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria y Burundi. La nómina reúne expresiones que demuestran la diversidad del patrimonio mundial y permiten tomar conciencia de su importancia.