España desmanteló una red que hacía entrar en Europa, vía Latinoamérica, a familias sirias que huían de la guerra, proporcionándoles viaje y papeles falsos por 6.000 a 10.000 euros por persona, anunció este martes la policía.

Dieciocho personas fueron detenidas, entre ellas, el presunto cabecilla de la red -un ciudadano libanés-, otros siete libaneses, tres sirios, un ecuatoriano, un marroquí, un ucraniano y cuatro españoles, precisó la policía en un comunicado.

“La organización captaba principalmente a ciudadanos de origen sirio que se habían visto desplazados debido a la situación de su país”, explicó. “Por lo general seleccionaban grupos familiares completos, de nivel económico y cultural medio” a los que los traficantes proporcionaban documentos falsos para entrar en España, precisó.

Contra el pago de entre 6.000 y 10.000 euros por persona, “tenían derecho a los pasajes de avión, la estancia y el alojamiento en los diferentes países de tránsito, la documentación falsificada y a sucesivos intentos en el caso de que fueran detectados antes de llegar a España”, según la policía.

La principal ruta utilizada por la red llevaba a los clandestinos de Asia a Latinoamérica y de allí a España, Francia o Alemania. La organización estaba empezando también, afirman los investigadores, a captar candidatos iraquíes al exilio huyendo también de un país en conflicto.

Los inmigrantes viajaban durante días, incluso semanas, pasando por ciudades de Brasil, Perú, Venezuela o Colombia. Llegaban después al aeropuerto de Madrid, donde eran recogidos por el presunto cabecilla y alojados en pensiones cómplices del centro de la ciudad. Eran trasladados después en autobús de línea o taxi a diferentes ciudades del centro y el norte de Europa.

Los pagos se realizaban en Turquía antes de ser “transferidos, a través de empresas de envío de dinero, a testaferros residentes en España en cantidades de dinero siempre inferiores a los 3.000 euros”, explicó la policía.

Casi la mitad de la población siria anterior a la guerra (22,8 millones) tuvo que dejar su hogar huyendo de los combates que estallaron tras la revuelta contra el presidente Bashar al Asad en marzo de 2011.

Más de 180.000 personas murieron desde el inicio del conflicto sirio hace tres años y según la ONU, más de 7,2 millones de personas están desplazadas dentro de Siria y unos 3,2 millones huyeron del país.