Los desafíos que presentan los últimos días de colegio, para nuestros jóvenes, son fuertes. Además de cerrar una etapa, sienten que el abrir la puerta a la enseñanza superior depende totalmente de ellos y esa sensación suele agobiarlos.
Así lo afirma la psicóloga Varinia Signorelli, quien señala que “vive en ellos el adolescente que quiere disfrutar de una etapa y compartir con sus compañeros de colegio, junto al más responsable que anhela anclar sus fuerzas a cumplir con el estudio propuesto para lograr las metas que se ha puesto. Suele ser éste un factor de conflictos internos para nuestros hijos/as ya que no sólo son las metas propias las que deben alcanzar sino que también sienten que deben cumplir con las expectativas de los padres y las figuras significativas”.
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“Algunos, van a lograr enfocarse en el estudio y la responsabilidad como foco y usar su energía adolescente en sólo eso, mientras que otros no querrán esforzarse y van a enfocarse en pasarlo bien. Ambos extremos absolutos están errados ya que no permite a los niños disfrutar de los últimos días de colegio, ni vivir intensamente la etapa”, dice la profesional.
¿Cuál debe ser el equilibrio entonces?
Varinia señala que es importante que entendamos que el trabajo hacia la educación superior y el trabajo PSU no debe limitarse al último año. Por lo tanto, comprender que no sacamos nada sobre exigiendo a los estudiantes: si bien nunca es tarde para concretar trabajo, ordenar y hacerse responsable, el intentar recuperar años en uno solo no da resultado, solo frustra.
Es recomendable entonces que los jóvenes comiencen un plan de acción para lograr disfrutar los últimos días del colegio y no dejar de aprender y prepararse para la PSU:
- Enfocarse absolutamente en lo que los momentos escolares van marcando: es decir, durante la clase de matemáticas trabaja en matemáticas. Nada peor que revisar la guía de lenguaje atrasada en matemáticas porque te hará perder la clase y no poder concentrarse en la tarea que tienes tarde.
- Disfrutar de los recreos y actividades extra programáticas intentando dormir lo necesario: recuerda que cuidar tus ritmos biológicos va a hacer que estés más alerta, con ganas y preparado para vivir los últimos desafíos: aliméntate bien, duerme bien, evita excesos y elementos que son nocivos para el organismo (alcohol)
- Genera actividades en grupo: para estudiar, nada mejor que los compañeros de vida. Estudia con ellos, en grupo y así no te privarás de compartir los últimos momentos.
- Haz un plan de trabajo que permita que tengas espacios libres, cumple el calendario a cabalidad.
- Participa de las actividades del colegio, incluso de las que nunca te llamaron la atención: El tiempo que pasas en el colegio te permite generar lazos indisolubles con profesores y compañeros.
- Antes de la PSU estudia a conciencia y ejercita lo que te es difícil, pero los dos días anteriores dedícate a leer cómics, dormir y comer bien. Nada peor que quedarse la noche anterior a la prueba repasando en casa. No debes comer en abundancia o comidas nuevas, tu estomago no debe generarte problemas el día de la PSU.
- Reúnete con personas que hayan vivido lo mismo que tu hace poco tiempo: ex alumnos del colegio, amigos mayores, ellos te ayudaran a bajar la ansiedad y a señalarte lo verdaderamente importante. Si has hecho un trabajo consciente durante el año, no tiene por qué irte mal en tus planes o en la PSU.
Si te das cuenta que estás muy nervioso y que no puedes disfrutar o relajarte cuando es necesario y se da la instancia: entonces pide ayuda a un especialista. Nada peor que tratar niños con dificultades ansiosas un mes antes de la PSU.
“Es mejor que seamos capaces de notar cambios de conducta, falta/exceso de apetito, dificultades al dormir o labilidad afectiva asociada al término de la etapa escolar, lo antes posible para que no interfiera en el desempeño del adolescente”, explica la experta.