Misterio es lo que rodea la puesta en órbita de un satélite lanzado por Rusia hace seis meses, el que podría formar parte de un programa armamentista espacial.

Bautizado como el objeto 2014-28E, fue enviado en mayo pasado junto a otros tres satélites de comunicación militar y aunque originalmente estaba clasificado como nada más que basura, últimamente ha tenido un comportamiento extraño.

Según informa el Huffington Post, rastreadores satelitales han observado que esta “basura” ha estado modificando su trayectoria, generando el temor de que Rusia ha comenzado un plan armamentista en el espacio.

Entre las especulaciones -y es que Rusia hasta ahora no ha declarado oficialmente nada sobre este objeto-, es que se trataría de un “asesino de satélites”, capaz de derribar estos aparatos en una probable guerra con otras potencias.

Estados Unidos ha confirmado al Financial Times que se encuentran también expectantes a saber exactamente lo que es, por lo que han iniciado un rastreo del 2014-28E mediante su Comando Aeroespacial para la Defensa de América del Norte (Norad).

“Sea lo que sea, parece experimental”, dijo Patricia Lewis, experta en seguridad espacial de Chatham House, quien agregó que podría tener funciones civiles o militares, entre ellas recoger basura espacial, disparar a otros satélites y derribarlos, o incluso, realizar ataques cibernéticos.

Pero de ser un destructor de satélites, no sería el único, ya que en 2007 China demostró contar con esa capacidad mediante el lanzamiento de cohetes, algo que al año siguiente Estados Unidos también consiguió.

Este año, otro satélite chino -el Shijian 15- registró movimientos extraños, que incluyeron la unión de éste con otro, el Shijian 7.

Así las cosas, mientras no se hable oficialmente, las especulaciones continuarán…