Los diputados Christian Urízar y Rodrigo González, junto al presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Hernán Calderón, y diversos dirigentes sociales de la región de Valparaíso realizaron una “funa” a la oficina central de Esval para exigir que la empresa pague la deuda que sostiene con el fisco.

Urízar señaló que si bien la Empresa Sanitaria de Valparaíso canceló una deuda de $3.000 millones a la Tesorería General de la República, aún sostiene una deuda de más de 10 mil millones de pesos.

El parlamentario aseguró que la empresa se encuentra en condiciones de “corte en trámite”, poniendo como ejemplo que cuando un cliente demora en pagar su boleta la empresa aplica todo el rigor para que se hagan los pagos. Sin embargo en este caso, donde hay una deuda de mas de dos años, no existen sanciones ni presiones para que se cancele.

Por su parte Rodrigo González agregó que Esval fue la única empresa sanitaria que se negó a congelar las tarifas tras un acuerdo que otras cuatro sanitarias suscribieron con la Superintendencia de Servicios Sanitarios.

De acuerdo a Hernán Calderón, presidente de Conadecus, si la sanitaria esta extrayendo el recurso hídrico de pozos estatales debe cumplir con los pagos que les corresponda.

Esval ya había reconocido la deuda pero explicó en su oportunidad que se estaba en el proceso de calculo final de la misma en conjunto con la Dirección de Obras Hidráulicas.

En el caso de su negativa a suscribir el acuerdo para congelar las tarifas, a través de un comunicado la sanitaria explicó que “el escenario que enfrenta la compañía es radicalmente distinto al que se presentaba en el proceso tarifario anterior, en 2009. Por lo tanto la tarifa que defiende la Superintendencia no reconoce el incremento real de costos, tanto en inversiones como gastos operativos.

Todo esto, agrega el documento, se vería agravado por el efecto de la sequía que sufre la región de Valparaíso desde hace cinco años. Esta realidad que, según estima la empresa, sería permanente en el futuro “según todos los estudios”, no ha sido recogida por el análisis de la SISS, lo que impediría afrontar este nuevo escenario hídrico con la calidad de servicio necesaria.

Respuesta de Esval

Ante este emplazamiento, Francisco Ottone, gerente de Planificación de Esval afirmó que el pasado 12 de noviembre la empresa “canceló 116.965 UF a la Tesorería por los convenios para el uso del agua de Los Aromos y los pozos de Llay-Llay, por lo que no resta ningún saldo pendiente”.

“En este caso, ambos convenios se enmarcan en el trabajo de colaboración público-privada para enfrentar la sequía, que se extiende hace cinco años en la zona, y han resultado claves para mantener la continuidad del suministro de agua para nuestros más de 500.000 clientes. Sin embargo, el tercer período de convenio (que se inició el 1 de octubre) se cancelará al fin de la temporada, tal como ha informado la DOH”, explicó Ottone.