La guerrilla comunista de las FARC afirmó este miércoles que la negativa del gobierno de Colombia a aceptar una tregua bilateral durante las negociaciones de paz condujo a la captura de un general, y propuso acordar un “armisticio”.
“No es admisible que quien declara la guerra sin cuartel, en medio de ella pretenda que no se le toquen a sus soldados y generales”, dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, quien indicó que desconocía si existían contactos para lograr la liberación del general Rubén Alzate y sus dos acompañantes.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos suspendió el domingo las conversaciones de paz de La Habana, que este miércoles cumplen dos años, debido a la captura del general Azate.
“El gobierno, habiendo ordenado arreciar la ofensiva contra la insurgencia, cuando recibe golpes que involucra la captura de prisioneros, tal como ocurrió con los (dos) soldados de la fuerza de tarea Quirón o como sucedió con la captura por fuerzas guerrilleras del comandante de la fuerza de tarea Titán, general Rubén Darío Alzate, de manera impulsiva e inconsecuente suspende las conversaciones”, expresó Márquez.
Consultado si hay gestiones en curso para la liberación de Alzate y sus acompañantes, Márquez respondió: “Nosotros no tenemos conocimiento de eso, es posible que se estén dando en otros lugares, o en otras instancias”.
“No corresponde a esta delegación de paz manejar esos detalles”, agregó Márquez. “Nosotros no damos esa orden” de liberar al general y sus dos acompañantes, un cabo y una abogada.
Afirmó que una gestión para conseguir la liberación del general y sus acompañantes “desde luego debe involucrar tanto al gobierno nacional como a las FARC a través de su comandante, Timoleón Jiménez”.
Márquez llamó a Santos a acordar un “armisticio”, el que definió como un “preámbulo de acuerdos finales” de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país.
“El desescalamiento tiene que ser recíproco, bilateral, porque o si no no tendría mucho sentido, y para que se sientan sus efectos lo mejor es que los asuntos sean asumidos por las (dos) partes”, expresó.
Dijo que los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, tienen una “preocupación razonable” por la suspensión del proceso, que había permitido hasta ahora consensuar tres de los seis puntos de la agenda de paz.
El gobierno se ha negado a una tregua bilateral, propuesta por las FARC desde el mismo día que partieron las negociaciones en La Habana, el 19 de noviembre de 2012, afirmando que ésta sería aprovechada por las FARC para fortalecerse militarmente.