El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió el lunes que la voluntad de la guerrilla de las FARC de terminar con el conflicto armado de medio siglo está “a prueba” tras el reciente recrudecimiento de sus acciones, que motivaron la suspensión de las negociaciones.

“El compromiso de las FARC está puesto a prueba. De su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación”, dijo el mandatario en cadena nacional, exigiendo la liberación de las cinco personas secuestradas por las FARC en los últimos días, entre ellos un general del Ejército.

El domingo el brigadier general Rubén Alzate, el oficial de más alto rango capturado por las FARC, fue retenido en una zona remota del departamento del Chocó (oeste), junto al cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, durante un desplazamiento de civil para la supervisión de un proyecto energético.

Una semana antes, dos soldados, Paulo Rivera y Jhonatan Díaz, fueron tomados como prisioneros durante un asalto en el departamento de Arauca (este, fronterizo con Venezuela).

El 5 de noviembre, dos líderes indígenas, Daniel Coicué y Manuel Antonio Tumiña, fueron asesinados por las FARC en Toribío, departamento del Cauca (oeste), luego de que éstos retiraran una valla alusiva al fallecido jefe de las FARC, alias Alfonso Cano, abatido el 4 de noviembre de 2011.

“Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las FARC tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza”, dijo Santos, y reclamó a las FARC ”que demuestren su voluntad de paz con acciones y no sólo con palabras”.

“Es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso”, agregó. 

Y reiteró que “mientras esta situación no se solucione”, los negociadores del gobierno “no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones”, que han logrado avances en tres de los cinco temas en agenda.

Los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), instalados hace dos años en La Habana, se realizan sin un alto al fuego en Colombia.