Las mujeres podrán ejercer finalmente como obispo en la Iglesia de Inglaterra después de que su sínodo general ratificara este lunes esta histórica decisión, que abre la vía a la primera ordenación el próximo año.
Tras una histórica votación de los tres colegios delegados que se reunieron en julio pasado en York y la aprobación formal que posteriormente dio el parlamento británico, los miembros del sínodo ratificaron la decisión.
“Hoy podemos empezar a abrazar una nueva forma de existencia de la iglesia y avanzar juntos”, dijo el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien firmó este cambio en la legislación, que llega 20 años después de la ordenación de la primera mujer como sacerdote.
La primera mujer obispo podría ejercer el próximo año, cuando quedan nueve plazas vacantes a la espera de nombramiento. Sin embargo, la aprobación de esta reforma por el sínodo inglés no obligará a las otras iglesias anglicanas a ordenar mujeres como obispos.