El estrés, la enfermedad de moda en nuestro siglo, tiene consecuencias insólitas en nuestro cuerpo. Así lo quiso demostrar la periodista británica Anna Magee, quien hace algunos meses quiso comprobar cuáles eran los efectos que este problema puede provocar en nuestro rostro en un plazo de 10 años.
La reportera junto al diario inglés Daily Mail, contactaron a Auriole Prince -una artista forense experta en envejecimiento y ex empleada del FBI-, para que los ayudará a descubrir cómo luciría su rostro de 45 años en una década, si seguía trabajando bajo el mismo nivel de estrés, consignó el portal de noticias página 7.
Prince usó un software que usando parámetros previos ayudó a la profesional a mirar un poco al futuro, y poder conocer los cambios que podría vivir su rostro. Flacidez de la piel, aumento del tamaño de la mandíbula, aparición de manchas, fueron sólo algunos de los problemas que se presentaron. El mismo ejercicio se repitió con tres lectores de la publicación.
Como conclusión la periodista señaló que tendría que tomar importantes cambios en su vida, como por ejemplo dejar de madrugar en forma excesiva, dejar de lado los pequeños problema, dormir más y dejar malos hábitos como pensar en el trabajo en los ratos libres.
En el mismo artículo Magee también enumeró cuáles son algunos de los cambios más importantes que pudo encontrar.
1.- Aumento masivo de las canas
Es verdad, el estrés provoca la aparición de canas. Según señaló la profesional, los altos niveles de tensión pueden provocar la pérdida de un tipo sustancia que da color a los folículos pilosos, lo cual produce la disminución del color en el pelo.
2.- Aumento del acné
La tensión provoca que una “respuesta inflamatoria en el cuerpo que lleva a los poros a obstruirse en primer lugar y, posteriormente, a romperse lo que lleva al enrojecimiento de la piel y la acumulación de pus en una parte de la misma”, señaló en el artículo.
3.- Disminución de la luminosidad de la piel
Esto debido a que el flujo de sangre disminuye su velocidad, puesto que el corazón bombea más sangre para afrontar la situación que provoca el estrés. “Los nutrientes abandonan la piel del rostro para enfocarse en los músculos”, se explica en página 7.
4.- Aumento de las bolsas en los ojos
Relacionado principalmente con la falta de horas de sueño, ya sea por levantarse temprano por trabajo o por no poder dormir en la noche debido a las preocupaciones.
5.- Flacidez de la piel y piel seca
La disminución de la velocidad del flujo sanguíneo, provoca la aparición de la deshidratación y escasez de nutrientes en determinadas zonas del cuerpo que terminan flácidas. “La misma situación hace que se evaporen lípidos, lo que aporta a la sequedad de la piel”, señala la profesional.