El Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania progresó en el tercer trimestre un 0,1%, según una cifra provisional publicada este viernes, lo que permite a la primera economía europea esquivar la recesión.

En el segundo trimestre, el PIB alemán retrocedió 0,1%, precisó la Oficina federal de estadísticas, revisando al alza la cifra comunicada inicialmente de -0,2%.

Un nuevo retroceso entre julio y septiembre habría supuesto una “recesión técnica”, término que designa dos trimestres consecutivos de contracción económica.

Las nuevas estadísticas también han corregido los datos del primer trimestre: el crecimiento fue de 0,8% y no de 0,7%, como se anunció en agosto.

En los meses de verano, el comercio exterior y el consumo han permitido salvar las estadísticas. Pero las inversiones han retrocedido con respecto al trimestre anterior, ligeramente en la construcción pero “de forma significativa” en los bienes de equipo.

Los empresarios alemanes, desestabilizados por las crisis geopolíticas, están bajos de moral y se muestran reticentes a invertir.

Además, Alemania creció menos que Francia (+0,3%), la segunda economía de la zona, con lo que “hace más de tuerto que de superpotencia económica en los países de los ciegos”, o sea la zona euro, comenta Carsten Brzeski, economista de ING.