La OTAN denunció el miércoles la entrada de convoyes militares rusos en el este de Ucrania, donde el gobierno ucraniano se prepara para combatir a las tropas rusas y las fuerzas separatistas que está reforzando sus posiciones en la zona.

“Vimos columnas de equipamiento ruso, tanques rusos, sistemas de defensa antiaéra rusos, artillería rusa y tropas de combate rusas entrar en Ucrania”, declaró el miércoles en Sofía Philip Breedlove, comandante en jefe de la OTAN.

“En los últimos dos días observamos la misma cosa que la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa)”, agregó.

Casi simultáneamente, el ministro ucraniano de Defensa, Stepan Poltorak, dijo en una reunión del gobierno que Ucrania se preparaba para el combate contra rusos y separatistas.

“Observamos un refuerzo de los grupos terroristas” (el gobierno ucraniano llama así a los insurgentes prorrusos) y “de parte de Rusia. Observamos sus movimientos, sabemos dónde se encuentran”, dijo Poltorak.

“Nuestra tarea principal es prepararnos al combate”, agregó.

Al mismo tiempo, se intensificaban los disparos de artillería cerca de Donetsk, bastión separatista prorruso en el este de Ucrania, signo de una escalada militar que alarma a los países occidentales.

Los disparos, más intensos que en los últimos días, comenzaron a primeras horas de la mañana y parecen dirigidos contra el aeropuerto, bajo control de las tropas leales a Kiev, indicaron los periodistas de la AFP presentes en el lugar.

“Se escucharon ruidos de artillería y explosiones en todos los distritos de la ciudad”, indicaron las autoridades municipales de Donetsk, epicentro desde hace meses de los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas.

La situación “va a empeorar”, dijo Igor, un exchofer de autobús que reside en un barrio bombardeado por la mañana.

“Muchos militares llegaron recientemente a Donetsk”, agregó.

En la víspera, la OSCE, encargada de hacer respetar el alto el fuego firmado el 5 de septiembre pasado por los beligerantes y que muchos consideran moribundo, alertó sobre “el nivel de violencia en el este de Ucrania”.

“El riesgo de una escalada sigue siendo elevado”, declaró a la prensa Michael Boicukiw, portavoz de la misión de la OSCE desplegada en varios puntos del país.

Las hostilidades se intensificaron después de las elecciones organizadas el 2 de noviembre en las zonas separatistas, rechazadas por el gobierno de Ucrania y Occidente, pero reconocidas de hecho por Rusia.

En los últimos días, los corresponsales de la AFP en la región vieron la llegada de convoyes militares, compuestos sobre todo por tanques y camiones, sin matrícula.

La OSCE también dio cuenta de la presencia de esos convoyes.

Ucrania denuncia desde el viernes la entrada en el este separatista prorruso de tanques y piezas de artillería desde Rusia.

El gobierno ruso desmiente cualquier implicación en los enfrentamientos en Ucrania.

“Pienso que la ONU debe ser informada de que Rusia proyecta una invasión a gran escala en Ucrania”, escribió el martes el embajador ucraniano ante las Naciones Unidas, Yuriy Sergeyev, en su cuenta Twitter.

En marzo pasado, la anexión de Crimea había comenzado, tres semanas antes de concretarse a través de un referéndum, con el despliegue de los llamados “hombres verdes”, uniformados sin insignias.

Ucrania, donde desde el comienzo de las hostilidades en abril pasado ya murieron 4.000 personas, sigue en el centro de la actividad diplomática internacional.

Los responsables separatistas se niegan a aplicar los acuerdos de paz firmados en septiembre en Minsk, indicó el martes el presidente ucraniano Petro Poroshenko en una conversación telefónica con la canciller alemana Angela Merkel.

Por su parte, Merkel indicó que la Unión Europea no preveía nuevas sanciones contra Rusia, salvo la posibilidad de alargar la lista de responsables ucranianos prorrusos sancionados.

La Unión Europea debe analizar el asunto en una reunión ministerial prevista el lunes próximo en Bruselas.

La situación en Ucrania también fue discutida por los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, en Pekín, donde participaron en la cumbre de dirigentes de Asia y el Pacífico.