Un sorpresivo vuelco tuvo la investigación por los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, cuando fueron atacados por policías e integrantes del cártel local Guerreros Unidos.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) difundió sus primeros resultados sobre un total de 39 cadáveres encontrados anteriormente durante la búsqueda de los estudiantes en fosas comunes: 24 de ellos no corresponden a ninguno de los estudiantes y el resto siguen siendo analizados.
Sin dar detalles, el equipo forense indicó que también ha participado en la recuperación de los restos humanos calcinados hallados en el basurero de Cocula así como en la orilla de un río cercano, los sitios donde los sicarios detenidos dijeron se deshicieron de los cadáveres.
La fiscalía ha minimizado las opciones de llegar a identificar a estos restos. Según la dependencia, sólo han hallado dos huesos con alguna posibilidad de que se les pueda extraer el ADN y para ello pidió ayuda a expertos de la Universidad de Innsbruck (Austria).
Recordemos que la fiscalía anunció el viernes pasado que según confesiones de detenidos, los jóvenes -capturados por policías corruptos de Iguala que los habrían entregado a sicarios del narcotráfico- fueron asesinados y sus cuerpos quemados y después arrojados al río.
Los padres de los estudiantes se niegan a creer la confesión de los sicarios detenidos hasta que sea comprobada por un grupo independiente de forenses argentinos que, a su pedido, participan en la investigación.