El jefe de inteligencia de Estados Unidos, James Clapper, quien negoció la liberación de los dos últimos estadounidenses detenidos en Corea del Norte, estuvo apenas un día en ese país durante una misión hecha por sugerencia de Pyongyang y no se reunió con su líder, Kim Jong-un.

Según un alto funcionario de Estados Unidos, Clapper, quien regresó el sábado a Estados Unidos con los dos hombres liberados, se reunió con importantes funcionarios norcoreanos pero no con Kim Jong-un, quien reapareció el viernes en la televisión tras una ausencia de más de dos meses que alimentó los rumores sobre su salud.

Clapper llevaba un breve mensaje de Barack Obama a su homólogo de Corea del Norte en el que informaba de que era el enviado personal del presidente, dijo el alto funcionario bajo condición de anonimato.

Los norcoreanos habían sugerido varias semanas atrás que eventualmente podrían liberar a los dos hombres, pidiendo al gobierno estadounidense que enviara a un alto funcionario, dijo la fuente.

Clapper fue escogido para la misión por su experiencia en temas coreanos y también porque su jerarquía como jefe de los servicios de inteligencia (y, por tanto, externo del circuito diplomático tradicional) permitía evitar dar al viaje un carácter diplomático, explicó.

La liberación de los dos hombres era “el único objetivo” del viaje de Clapper, agregó.