A fines de octubre la Real Academia Española (RAE) hizo estreno de su 23° versión en papel de su prestigioso Diccionario, que consta de 2.500 páginas con cerca de cinco mil palabras nuevas.

Desde su arribo a las librerías, han habido algunas dudas acerca de ciertas palabras que llaman la atención, puesto que más de alguien podría pensar que hay algún tipo de equivocación.

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Eso mismo ha recopilado Elena Mengual, redactora del diario español El Mundo, que en su versión digital elaboró una lista de términos que realmente sorprende.

Se trata de 17 palabras que no pensarías que el diccionario de la RAE acepta… pero que efectivamente acepta.

Revísalas, a ver si te sorprendes como nosotros…

- Palabro: No es el masculino de palabra, sino que hace referencia a “una palabra mal dicha o estrambótica”.

- Almóndiga: Si alguna vez oíste decir eso a una persona, quizás te reíste, pero puede que la vergüenza la pases ahora, pues se acepta, aunque, dice la RAE, es una palabra en desuso que refiere a la albóndiga.

- Pompis: Sí, es lo que imaginas. Sinónimo de trasero, pandero, posaderas, nalgas y culamen, ésta última recientemente agregada.

- Otubre: En desuso, pero aceptado para hacer referencia al décimo mes del año. Algo similar a “conceto” que, al igual que el anterior, está en desuso pero es concepto.

- Descambiar: Imagina esto, una persona va a una tienda, y cambia una polera que había comprado previamente. Escoge otra, se la prueba y no la convence. Finalmente le dice al vendedor: “No me gustó, ¿me lo puede descambiar?”

Algo así es el concepto (o conceto) de este término que es sinónimo de destrocar, esto es: deshacer el trueque o cambio.

- Uebos: ¿No le adelantamos que se sorprendería? Pues resulta que esta palabra significa “necesidad, cosa necesaria”. Y ejemplifica con: Uebos nos es. Uebos de lidiar. Así que anda pensando en cómo ocuparla y lucirte, explicando su significado a tus amigos.

- Arremangarse: Muy extendido en nuestro país, y es básicamente remangar, es decir, “recoger hacia arriba las mangas o la ropa”.

- Ño: Apócope de señor, similar a norabuena, que no es más que enhorabuena, y de la que muchas veces dice cierto lector de noticias con acento español.

- Jonrón: Y es lo que crees. Lo que viene de “home run” -término en inglés que viene del béisbol-, también la RAE lo acepta.

- Abracadabrante: A esta nota podríamos fácilmente decir que es abracadabrante (sí, cuesta un poco decirla). El término es sinónimo de sorprendente o desconcertante.

- Toballa: ¿Quién no ha oído a un niño decir toballa y corregirle por hablar mal? Pues deja de hacerlo, que ya la RAE lo acepta para hacer referencia a la tela con la que te secas.

- Bluyín / Yín: “¡Mis córneas!”, gritarán algunos, pero la RAE lo ha aceptado. Según se explica, porque en Latinoamérica a los pantalones de mezclilla jamás le decimos así, y sólo jeans, así que la Academia, muy actualizada, agregó el término pero con la grafía en español.

- Güisqui: Lo mismo que lo anterior. No hay que pensarlo mucho. Ahora el whisky es en español güisqui, como cuando lo decimos al pedir a un grupo que sonría en una foto.

- Agibílibus o Agílibus: No es el nombre de un hechizo o una línea de bus rápida. Hace referencia “a la habilidad, el ingenio, a veces pícaro, para desenvolverse en la vida”.

- Quitaipón: Es “el adorno, generalmente de lana de colores y con borlas, que suele ponerse en la testera de las cabezadas del ganado mular y de carga”.

- Papahuevos: Es el bobalicón, el papanatas de toda la vida. Sí, un nuevo insulto a agregar en nuestro vocabulario.

- Zangolotear: Hace referencia “a un movimiento continuo y violento, de una parte a otra sin concierto ni propósito”.