Una comentada situación se vivió en Inglaterra, protagonizada por el vicepresidente de la Federación de fútbol de Northumberland, John Cummings, y la árbitra Lucy May.

Todo ocurrió cuando May le solicitó a Cummings la posibilidad de dirigir un partido de la ‘North East Sunday League’, algo a lo que Cummings se negó.

Pero lo grave apareció cuando le entregó los motivos, ya que aseguró que la jueza “no sería capaz de manejarlo. El lugar de una mujer está en la cocina y no en un campo de fútbol”, agregando que “no es nada personal contra usted, pero mientras esté vivo, una mujer nunca será árbitro en mi liga”.

Una vez conocidos los antecedentes y luego de desarrollar una investigación encargada por la Federación Inglesa, Cummings fue sancionado con una suspensión de cuatro meses, además de una multa de 250 libras y la asistencia a un curso orientado a solucionar el tema.

El castigado directivo apeló a la medida reconociendo que dijo la frase, pero asegurando que la sanción es exagerada, según recoge Sky Sports. Lo anterior, poniendo como ejemplo la situación vivida anteriormente con dirigentes de mayor importancia dentro de la organización que realizaron comentarios que fueron muy criticados, pero por los cuales no recibieron mayor castigo.