En la actualidad, los principales problemas sexuales tienen directa relación con el estilo de vida acelerado. De hecho, la terapeuta sexual de 100 años de edad y más de 50 de experiencia, Shirley Suzzman, advirtió esta situación en septiembre pasado.

“La gente está ocupada todo el tiempo. Eso no pasaba cuando yo estaba creciendo. En esta etapa de nuestro desarrollo, queremos cubrir todo, queremos saber todo, queremos hacerlo todo, y también nuestra economía personal requiere una inmensa cantidad de tiempo y esfuerzo”, indicó la profesional, agregando que cuando tienes la presión constante de ganar más dinero, se limita la energía, el deseo y el tiempo.

Lee también: 7 mitos en torno al sexo explicados por un experto

“Es una consecuencia de estar agotado … El problema más común que veo es la falta de deseo, la falta de interés. Había una paciente que me dijo: ‘Yo amo a mi marido, me encanta hacer el amor con él, pero vengo a casa del trabajo, he estado con gente todo el día, sólo quiero dormir’ “, expuso.

En esta misma línea, el diario electrónico Huffington Post, consultó a numerosos psicólogos y terapeutas especialistas en sexualidad y relaciones de pareja en torno a los problemas más comunes en el plano íntimo. Sus conclusiones fueron las siguientes.

1. Deseo sexual desincronizado o falta de deseo

De acuerdo a la terapeuta y consejera matrimonial, Hurley Dawson, la discrepancia en el deseo en la pareja es el problema que más trata. “En las pacientes femeninas, hay cuatro factores que por lo general son la base del problema”, indica.

“En primer lugar, podría ser un problema físico orgánico, como el dolor durante las relaciones sexuales. La segunda causa podría ser fatiga o estrés crónico, lo que puede estar relacionado con el cuidado de niños o el estrés financiero. En estos casos, las soluciones dependen de los cambios de estilo de vida, pero la enseñanza del arte de la buena comunicación entre los cónyuges ayuda más. Sin embargo, las dos principales causas que veo, son las que tienen sus orígenes en la historia sexual de la persona y la historia psicológica de la persona, que emana de la relación en sí misma. El deseo sexual puede ser un barómetro de la salud de la relación”.

Con ello concuerda el psicólogo Michael Aaron, quien dice que suele atender parejas, donde una persona tiene mucho mayor deseo sexual que el otro. La solución depende de una serie de factores, expresa el experto, añadiendo que lo primero es saber por cuánto tiempo ha estado está sucediendo esto y cuáles fueron las circunstancias en las que comenzó a pasar. “A menudo, el problema sexual es causado por problemas relacionales -sentimientos de ira, resentimiento, traición- que necesitan ser resueltos antes de abordar el tema sexual.

Cindy Bink, otra terapeuta de parejas, asegura que la falta de deseo afecta más a las mujeres porque “cuando éstas son rechazadas (en lo emocional o sexual en el presente o pasado) pueden renunciar a la búsqueda de sexo en la relación por completo. En cambio, los hombres parecen haber aprendido a temprana edad cómo lidiar mejor con el rechazo”, porque son educados para ser ellos quiénes siempre dan el primer paso.

En este caso, es fundamental fortalecer la confianza en sí mismo y en la relación, además de aprender a enfrentar un rechazo.

2. No hay tiempo para el sexo

La psicóloga Cathy Beaton dice que muchas parejas llegan a su consulta diciendo que no tienen tiempo para el sexo. “Nos amamos unos a otros, pero no tenemos tiempo para la intimidad y el sexo en nuestras vidas ocupadas. Sin embargo, esta queja es engañosa, porque el sexo no es un problema de tiempo. Las parejas que presentan esta dificultad suelen tener relaciones caracterizadas por trastornos más complejos en el plano emocional y sexual, como la falta de deseo, disfunción eréctil, dolor durante el coito, imagen negativa del cuerpo, eyaculación precoz y conflictos interpersonales”.

“Me parece que muchas parejas se coluden en torno a los problemas sexuales de su relación. Toman el camino de menor confrontación y evitan o niegan que existan estas condiciones, diciendo repetidamente que están demasiado ocupados para tener relaciones sexuales, en lugar de expresar y explorar sus necesidades y deseos íntimos entre sí”, puntualiza la profesional.

3. Disfunción eréctil

Para el psicólogo Bruce Berman, uno de los problemas sexuales más comunes es la disfunción eréctil, añadiendo que por lo general la ansiedad es la culpable. “Si el hombre se encuentra en una relación comprometida, el tratamiento para esto generalmente implica que el hombre y su pareja hagan una serie de ejercicios, que están diseñados para ayudar a los hombres a conectarse físicamente con sus parejas sin ningún tipo de presión para funcionar sexualmente”, añade.

Por otro lado, para quienes no tienen una pareja estable, puede ser un poco más difícil. El tratamiento consiste en ejercicios para aumentar la confianza en sí mismo y su capacidad para recuperar la erección cuando se encuentra en una situación sexual. También se puede ayudar, usando técnicas para cambiar el foco y dejar de preocuparse por las dificultades para mantenerse erguido, centrándose más en disfrutar la interacción.

También puede servir darse a sí mismo la oportunidad de conocer a alguien con quien sales antes de intentar tener relaciones sexuales. De este modo la persona se sentirá con más confianza cuando llegue el momento.

4. Dolor durante el sexo

Irving Binik, doctora en psicología, dice que el dolor en las relaciones sexuales es una disfunción muy frecuente. “El principio básico detrás de mi investigación y enfoque de tratamiento es conceptualizar este problema como un trastorno de dolor, más que como una disfunción sexual. Hay una serie de justificaciones para este enfoque, pero uno básico es que el dolor puede ser inducido en situaciones no sexuales, como exámenes ginecológicos o la inserción de tampones”, explica.

“Ha habido dos enfoques tradicionales para el tratamiento del dolor durante las relaciones sexuales. El primero es buscar una causa física en los genitales. El segundo es atribuir el dolor al abuso sexual, a un trauma o un estado emocional, como la depresión o la ansiedad”, explica.

Lee también: Dispareunia: cuando el sexo duele

5. Falta de intimidad emocional

Según la terapeuta Rebecca Hope Dnistran, no sabemos como relajarnos porque estamos muy enfocados en las metas y en la imagen que los medios de comunicación nos imponen sobre el sexo, la cual trata sobre experimentar lo más posible determinadas prácticas sexuales.

Esto ha hecho que algunas parejas no sepan cómo hacer el amor el uno al otro, ni se tomen el tiempo de satisfacerse, perdiendo la conexión emocional.

6. Adicción Sexual

La adicción sexual se caracteriza por un impulso sexual irrefrenable, pensamientos persistentes y conductas repetitivas que el individuo siente que no puede controlar y además le acarrean una serie de problemas en su vida cotidiana.

Lee también: Hipersexualidad: cuando el sexo se transforma en una peligrosa adicción

Para el doctor en psicología Mark D. Ackerman, la adicción sexual es cada vez más frecuente.

“Esta dificultad puede presentarse de muchas maneras y en diferentes niveles de gravedad, a lo largo de un continuo que va desde leve a un nivel grave. Mi enfoque para abordar este problema comienza a menudo con el examen de los factores desencadenantes subyacentes, como el mal control del estrés, conflictos familiares o el abuso de drogas y alcohol”.

También explica que “el tratamiento incluye el establecimiento de fronteras, gestión de control de los impulsos, entrenamiento en habilidades de afrontamiento, redirección de las fantasías y terapia de pareja en algunos casos. En ciertas circunstancias en las que la depresión es un factor, los medicamentos para levantar el ánimo también pueden ser un complemento útil para el proceso de terapia”.