Este lunes se realizó un Consejo Nacional extraordinario de la Democracia Cristiana, donde se acordó mantenerse al interior de la Nueva Mayoría luego de distintas polémicas con integrantes del conglomerado político.

Ignacio Walker, presidente de la DC, conversó con Expreso Bío Bío sobre la reunión realizada ayer. El senador expresó que “estoy muy contento. Los cerca de 50 consejeros nacionales que asistimos ayer fuimos capaces de sacar una declaración política unánime, que más allá de los dimes y diretes, si me preguntan qué es lo que salió en limpio, es la unidad y el liderazgo de la Democracia Cristiana, y esa es nuestra mejor contribución al gobierno de Michelle Bachelet”.

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A propósito de los problemas que ha tenido en las últimas semanas dentro de la Nueva Mayoría, específicamente con el Partido Comunista, el senador dijo que “todo tiene su límite. El nivel de palabras destempladas, de ofensas gratuitas, no daba para más. La DC se va a hacer respetar”.

“Hay gente, entre nuestros aliados, que se sienten incómodos con la presencia de la DC”, agregó.

Al hablar sobre la reforma educacional y la polémica por la votación de la indicación que penalizaba el lucro, el presidente demócrata cristiana expresó que “la única bancada de la Nueva Mayoría que con sus 22 diputados votó íntegramente a favor de las indicaciones del Gobierno fue la de la DC”.

“Hay mucha caricatura, que raya en lo ofensivo. La DC defiende principios, el bien común. Hay personas en la DC que son emprendedores, que están en la educación, ¿cuál es el problema?”, dijo en relación a las personas de sus partidos que tienen relación con centros educacionales.

El senador también declaró que “vamos a hacer todo para que estas reformas sean eficientes, sensatas, sean bien hechos, sean graduales, sean buscando acuerdos. No vamos a abandonar a la clase media”. Para Walker, esto “no es ninguna campaña del terror, tenemos que acostumbrarnos a escuchar”.

Consultado sobre la encuesta Adimark entregada este martes, donde se dio a conocer que por primera vez en su segundo gobierno la desaprobación de la mandataria superó a la aprobación, Walker dijo que lo que puede haber jugado en contra es que “hay un déficit de gestión política. Cuando hay siete partidos en el Gobierno, una batería de reformas, se requiere una muy buena conducción política”.

“La relación entre el Gobierno, el Parlamento y los partidos políticos, esta suerte de mesa de tres patas, que no es fácil, requiere una mejor coordinación”, añadió.

Escucha la entrevista realizada por Scarleth Cárdenas y Patricio Cuevas en Expreso Bío Bío: