El grupo yihadista Estado Islámico (EI) decapitó a ocho rebeldes sirios que se habían entregado la semana pasada en una ciudad fronteriza con Irak, pese a su promesa de amnistía, aseguró una ONG el lunes.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó de que los hombres habían sido ejecutados y sus cuerpos crucificados en la ciudad de Albu Kamal, en la provincia oriental de Deir Ezzor.

“Los hombres se habían rendido en Albu Kamal porque el EI había ofrecido una amnistía a quienes se entregaran”, explicó a la AFP el director del observatorio, Rami Abdel Rahman.

En lugar de cumplir su promesa, los yihadistas los decapitaron y después los colgaron, un método habitual del grupo radical.

El OSDH, que mantiene una gran red de observadores en todo el territorio sirio, aseguró que los fallecidos pertenecían a un grupo que había luchado contra el régimen sirio y contra el EI.

En Deir Ezzor, la capital provincial, otros tres hombres corrieron la misma suerte, dos acusados de colaborar con Al Asad y un tercero de combatir a los yihadistas, añadió el OSDH, aunque no pudo especificar cuándo se habían producido las ejecuciones.

El EI, en el que combaten más de 15.000 yihadistas extranjeros, ha logrado extender su control a vastos territorios de Siria e Irak en los últimos meses, sembrando el terror a su paso.

El grupo ha sido acusado de crímenes contra la humanidad debido a los crueles métodos empleados para imponer su llamado “califato islámico”, que van de violaciones y crucifixiones a ejecuciones en masa y limpieza étnica.