Graves situaciones están afectando a servicios auxiliares del sistema judicial en la región del Bío Bío, sin que se concreten las soluciones a diagnósticos ya entregados hace tiempo. Es el caso del Sename, del Servicio Médico Legal y Gendarmería.

Una cuestionada gestión ha sido hasta ahora la de la directora regional del Sename, Rina Oñate, quien no ha dado respuesta a la solicitud de Gendarmería para mejorar los sistemas de seguridad del Centro de Internación en Coronel, justificó el intento de suicidio de un menor detenido allí con el inicio de la primavera, sumándose a todo eso la detección de un funcionario intentando ingresar marihuana al lugar.

Para el ex defensor nacional, Georgy Schubert, las deficiencias del Sename son estructurales y conocidas desde hace 8 años.

En cuanto al Servicio Médico Legal, el seremi de Justicia, Jorge Cáceres, aseguró hace unas semanas que durante octubre se llamaría a concurso un cargo de psiquiatra forense, con un incremento de salario para atraer profesionales al servicio público.

Eso no ocurrió y organismos como la Fiscalía deben seguir sus investigaciones sin poder solicitar peritajes psiquiátricos, pues en el SML del Bío Bío no hay ninguno disponible.

Para la senadora y psiquiatra Jacqueline van Rysselberghe, se trata de una situación delicada.

En Gendarmería, en tanto, las acusaciones cruzadas por maltrato entre reos y guardias se suman, traspasando a los tribunales la responsabilidad de establecer sanciones. En lo administrativo, sin embargo, la acción es nula y el Ministerio de Justicia sólo observa.