Los habitantes de las regiones separatistas prorrusas del este de Ucrania votaban este domingo en unos controvertidos comicios, reconocidos por Rusia pero rechazados por los países occidentales y Kiev, que denunció una “toma de poder” anticonstitucional.

Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 05:00 horas GMT en el este de Ucrania, donde las elecciones para escoger a los presidentes y los parlamentos de las regiones separatistas se celebran en un contexto de recrudecimiento de los combates.

Horas después de que empezara la votación, las autoridades ucranianas abrieron una investigación criminal por intento de “toma de poder” y “cambio del orden constitucional”.

La investigación responde a “actos que tienen como fin revocar el orden constitucional y tomar el poder”, indicó un responsable de los servicios de seguridad (SBU), Markian Lubkivski, en la página Facebook de ese órgano, calificando de “terroristas” a los representantes de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk.

En cambio, el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexander Zajarchenko, que parece tener la victoria asegurada, había declarado días antes que estas “elecciones permitirán constituir un gobierno legítimo”.

“Estos comicios darán legitimidad a nuestro poder y nos alejarán un poco más de Kiev”, estimó igualmente Roman Liaguin, jefe de la comisión electoral en Donetsk.

En la también autoproclamada República Popular de Lugansk, su presidente Igor Plotnitski también debería renovar su cargo.

Aunque Rusia ya anunció que reconocerá el resultado de estas elecciones, para Kiev, la Unión Europea y Estados Unidos no tienen ningún valor.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, denunció “las seudoelecciones que los terroristas y los bandidos quieren organizar en los territorios ocupados”, mientras que Naciones Unidas y la UE consideran que estos comicios afectarán negativamente a los acuerdos de Minsk.

Esos acuerdos, firmados el 5 de septiembre entre Kiev y los separatistas prorrusos, así como por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y Rusia, debían abrir un proceso de paz que parece estar en punto muerto.

Bruselas considera que estas elecciones constituyen una violación de los acuerdos de Minsk. Moscú y los separatistas prorrusos piensan no obstante lo contrario.

El texto ratificado en la capital bielorrusa prevé la organización de elecciones a los consejos locales conforme a la ley ucraniana, pero sin referencia a comicios legislativos o presidenciales en estas regiones prorrusas.

- 300 muertos en 10 días -

La celebración de los comicios podría complicar los esfuerzos de paz, máxime cuando en el terreno el alto el fuego parece haberse quedado en papel mojado tras la reanudación de los combates en varias zonas, que dejaron 300 muertos en los últimos diez días, según la ONU.

Todos los candidatos en estos comicios, que no cuentan con observadores enviados por organizaciones internacionales, defienden la independencia respecto a Ucrania y el acercamiento a Rusia.

Asimismo, no se conoce con exactitud el número de votantes, porque muchos de los cerca de cinco millones de inscritos en las listas electorales ucranianas antes del conflicto huyeron de la región por los combates.

En la escuela número 104 de Donetsk, donde los disparos provenientes del aeropuerto eran menos intensos que el sábado, los electores empezaron a llegar desde la madrugada. Ninguno de ellos era joven, si bien se puede votar a partir de los 16 años.

“Espero que nuestro voto cambie algo. Quizás finalmente seremos reconocidos como un verdadero país, independiente”, declaró Tatiana Ivanovna, de 65 años y trabajadora de un instituto científico.

“Hay que vivir con normalidad. Es insoportable preocuparse por la familia en cada bombardeo. Votaré con la esperanza de que esto ayude a nuestras autoridades a defender nuestros intereses ante Kiev”, indicó Valeri Vitalievich, de 50 años, quien fue de los primeros en votar en este barrio del centro de Donetsk a salvo de los combates.