La presidenta Cristina Kirchner advirtió el viernes por carta a su par de Estados Unidos, Barack Obama, que “sería grave” en la relación bilateral si se confirma que una funcionaria de su Gobierno apoya a fondos especulativos que “injurian y difaman” a Argentina.

Kirchner le avisó a Obama que “si usted lo confirmase, sería grave en las relaciones entre nuestros países”, haber nombrado en un organismo oficial en Washington a Nancy Soderberg, según un comunicado gubernamental.

Soderberg, según la mandataria, “es la copresidenta de la American Task Force (ATFA) entidad creada específicamente para atacar y difamar a la Argentina y su Presidenta”.

ATFA es un organismo que maneja fondos especulativos que litigan contra el país sudamericano en Nueva York y que han ganado un juicio para cobrar el 100% de una deuda por 1.330 millones de dólares.

El incumplimiento de la sentencia por Buenos Aires derivó en un congelamiento de pagos de la deuda reestructurada que entró en “default selectivo”, según calificadoras de riesgo.

“La señora Soderberg ha llevado una campaña difamatoria e injuriosa contra el pueblo, las autoridades de mi país y mi persona en particular, en beneficio de un puñado de fondos buitre que pretenden obtener ganancias exorbitantes”, agregó la mandataria.

Kirchner le recordó a Obama que nombró a Nancy Soderberg como “presidenta del Public Interest Declassification Board (PIDB)”, un ente para la desclasificación de asuntos de interés público.

“¿Podría ser un caso de homónimos?”, dijo Kirchner en tono irónico.

La mandataria también utilizó las redes sociales para divulgar el contenido de la carta.

A través de su cuenta Twitter publicó una catarata de mensajes en español y en inglés citando partes textuales de la misiva.

Argentina reestructuró su deuda con el 93% de acreedores en 2005 y 2010, pero ahora no puede pagarles a la mayoría por el bloqueo judicial en Nueva York.

La batalla de Argentina contra los fondos especulativos sólo podría resolverse en 2015, según analistas de mercado, cuando acabe una cláusula que le permita al gobierno negociar con los fondos un pago privilegiado sin la obligación de extender el beneficio a todos los acreedores.

Los vínculos entre Buenos Aires y Washington volvieron a tensarse desde junio pasado cuando Kirchner le reclamó a Obama apoyo en defensa de la reestructuración de la deuda, proceso que podría derrumbarse si se mantiene el “default selectivo”.

La respuesta del gobierno nortamericano fue que no está dispuesto a intervenir en un caso que tiene un poder independiente como el judicial, pese que al principio se había presentado como “amicus curiae” en la Corte.