Los mandatarios de 12 países de América Latina y el Caribe debatirán este lunes en La Habana, en una cumbre “extraordinaria” del ALBA, una acción conjunta contra el ébola en la región, mientras el temor a la epidemia se extiende por el mundo.
“En esta cumbre extraordinaria sobre el ébola se deberán unificar los protocolos de actuación para proteger y prevenir de esta enfermedad a los países de la región”, dijo la cancillería cubana en su sitio web.
Este cónclave de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que agrupa a países con gobiernos de izquierda, será encabezado por el presidente cubano, Raúl Castro, quien puso a la isla a la vanguardia de la cruzada mundial contra el ébola, con el envío de 165 médicos y enfermeros a naciones afectadas de Africa, el 1 de octubre, y mandará a otros 300 en los próximos días.
A esta conferencia regional contra el ébola, que ha matado a más de 4.500 personas en el mundo, asistirán además la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, y David Nabarro, enviado especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. También acudirán los ministros de salud de los 12 países.
“Estamos aquí para conversar con los jefes de Estado y también (…) para compartir la cooperación técnica de la OPS y asegurar que los países estén preparados ante algún caso de ébola”, señaló Etienne.
Los mandatarios y funcionarios debatirán sobre la amenaza del ébola y “sobre la necesidad de trabajar juntos para controlar el brote en el menor tiempo posible”, explicó Nabarro.
“El presidente cubano Raúl Castro accedió a trabajar, no solo para ayudar a los países con brote de ébola, sino también colaborar con otros participantes en la lucha contra el virus”, agregó.
En la cumbre participarán los nueve países del ALBA -Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas-, además de Haití, Guyana y Surinam.
Estas tres naciones vienen participando en iniciativas de este bloque creado hace una década bajo el impulso del entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, fallecido en 2013, aunque formalmente no son parte de él.
“Venimos a coordinar los protocolos de protección, prevención, y además toda la experiencia que vienen acumulando nuestras autoridades para ir perfeccionando la capacidad para prevenir la enfermedad (…) y para ayudar a los pueblos del Africa a superar esta situación”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a su llegada a La Habana para participar en la cumbre.
Este encuentro buscará “dejar un nivel de coordinación perfecto entre nuestros ministerios de Salud, nuestras autoridades y científicos en la materia, para que nuestros países (…) avancen frente a esta amenaza”, añadió.
“MENSAJE DE ALIENTO A OTROS PUEBLOS”
La cumbre tendrá lugar dos días después de que el padre de la revolución cubana, Fidel Castro, ofreciera “cooperación” a Estados Unidos en la lucha contra el ébola, que ha enfermado a dos trabajadores sanitarios en ese país.
“Gustosamente cooperaremos con el personal norteamericano en esa tarea”, escribió Fidel Castro, de 88 años y retirado del mando desde 2006, quien afirmó que con esta cumbre “los caribeños y latinoamericanos estaremos enviando también un mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo”.
El aporte de Cuba contra el ébola fue reconocido el viernes por el propio secretario de Estado norteamericano, John Kerry, cuyo país vive enfrentado con la isla comunista por causas políticas desde hace medio siglo.
La cumbre del ALBA se realizará en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde se desarrollan desde hace casi dos años las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla comunista de las FARC.