Amigovio, lonchera o basurita, los americanismos crecen en la nueva edición del diccionario de la Lengua Española presentado este jueves en la Real Academia española de la Lengua (RAE) en Madrid, coincidiendo con el tricentenario de la institución.
La vigésimo tercera edición del Diccionario, elaborada en estrecha colaboración con las academias americanas de la lengua, incluye 18.712 acepciones de origen americano. “Desde una marca general de América a la de un país cualquiera”, explicó el director de la obra, Pedro Álvarez de Miranda.
Así aparece ahora “amigovio”, una voz coloquial usada en Argentina, México, Paraguay y Uruguay, para referirse a la “persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo”, fruto de la fusión de amigo y novio.
También se incluye “lonchera”, el “recipiente pequeño de plástico u otro material, que sirve para llevar comida ligera, especialmente los niños cuando van a la escuela”, o “basurita”, para referirse a “la partícula de suciedad, especialmente la que se introduce en un ojo”.
Palabras que tendrán que esperar
Sin embargo, algunas palabras tendrán que esperar mejor ocasión, como el modismo argentino “escrache”, “que tuvo una vida fulgurante hace como un año y que podía haber entrado, pero los académicos han decidido esperar”, explicó Álvarez de Miranda.
“Hubo una colaboración muy entusiasta de las academias americanas”, aseguró el cubano Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Con 93.111 entradas, frente a las 88.421 que tenía la 22ª edición, la obra también da cabida a un lenguaje renovado, con sitio para las palabras procedentes de las nueves tecnologías como “tuit”, “tuitero”, “hacker” o “pantallazo”, para la “captura del contenido que se visualiza en la pantalla de una computadora”. “Hemos sido más rápido de los habitual aceptando ‘tuit’ y ‘tuitero’”, dijo el director de la RAE, José Manuel Blecua.
El diccionario “intenta reflejar como un modelo lo que es la situación de la lengua en estos momentos”, explicó Blecua.
Álvarez de Miranda explicó que se empezó a trabajar en esta nueva edición desde que salió la anterior, pero “se aceleraron los trabajos desde 2011 a 2014″ para que pudiera coincidir con el tricentenario de la RAE.