Lo normal es que el semen salga por la uretra durante la eyaculación. Sin embargo, en algunos hombres esto no ocurre, y en su lugar el esperma ingresa a la vejiga. A esto se le llama “eyaculación retrógrada”.
Según explica la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, “la principal razón para que ocurra es que el cuello de la vejiga no se cierra, lo cual provoca que el semen se devuelva hacia ésta en lugar de salir del pene”.
Kevin Campbell, urólogo de The Urology Group en Cincinnati (Estados Unidos), explicó a la revista masculina Men’s Health que cuando un hombre llega al clímax, el músculo liso del cuello de la vejiga se contrae, lo que obliga a que el semen salga por el pene. En cambio, con la eyaculación retrógrada, este músculo no cumple su función, y la eyaculación se dirige a la vejiga.
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El médico señala que aunque esto suena incómodo, la verdad es que no produce dolor. Sin embargo, hay algunos indicios de que un hombre podría sufrir este problema. El primero, es la nula o poca expulsión de semen durante el orgasmo y el segundo es la turbiedad en la orina después de la eyaculación.
Por lo mismo, según el Insituto Nacional de Salud estadounidense, la forma más efectiva de comprobar esta condición es realizando un examen de orina poco después de la eyaculación, para revisar si hay una gran presencia de espermatozoides en ésta.
Con respecto a las causas, el organismo señala que la eyaculación retrógada puede ser ocasionada por la diabetes, algunos medicamentos para tratar la hipertensión o el estado anímico, además de fármacos o intervenciones quirúrgicas para la próstata o uretra.
Pero si la padeces y ninguna de estas razones se aplican a ti, Campbell indica que puede tratarse de una obstrucción en la uretra. Si éste es el caso, es probable que también tengas un chorro de orina lento.
Asimismo, el especialista afirma que puede ser un signo de un trastorno neurológico como la esclerosis múltiple, ya que el daño nervioso podría afectar la capacidad del músculo para mantener cerrada la válvula de la vejiga.
Por otro lado, Campbell llama a no preocuparse cuando el semen disminuye o incluso llega a desaparecer después de varias eyaculaciones consecutivas, pues “las vesículas seminales que almacenan el semen pueden sostener cierta cantidad, así que si tienes sexo varias veces al día, tu cuerpo no tiene suficiente tiempo para reconstruir tanto suministro. En algún momento, se agotará todo tu líquido seminal, y no saldrá nada en tu orgasmo”, explica.
Pero si notas que regularmente tu semen es escaso o inexistente, debes visitar a un médico, porque es señal de que algo no anda bien.
“El médico puede recomendarte que dejes de tomar cualquier medicamento que pueda causar la eyaculación retrógrada, lo cual puede hacer que el problema desaparezca. La eyaculación retrógrada que es causada por diabetes o cirugía se puede tratar con medicamentos” y manteniendo a raya los niveles de azúcar en la sangre, señala la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
Entre las posibles complicaciones de esta condición se encuentra la esterilidad. “Sin embargo, el semen a menudo se puede extraer de la vejiga y emplearse durante técnicas de reproducción asistida para lograr un embarazo”, indican.