Recién seis horas después de ocurrido el accidente, el empleador dio cuenta a las autoridades, que nada pudieron hacer para verificar las condiciones en que se encontraba trabajando el hombre que ayer por la tarde resultó con sus piernas aplastadas por un muro en el centro de Concepción.
En Salas 237, y en condiciones que se desconocen, se efectuaban labores de demolición. Un muro se derrumbó y atrapó en sus extremidades al trabajador identificado como Eduardo Vargas, de 74 años.
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Fue rescatado con la ayuda de bomberos y llevado al Hospital Regional con graves lesiones. En el lugar, un encargado aseguró que contaban con las medidas de seguridad necesarias, algo que no pudieron comprobar los fiscalizadores del trabajo, pues recién seis horas despúes fue reportado el hecho.
De acuerdo al director regional del trabajo, Paulo Otárola, la ley señala que la denuncia debe hacerse de inmediato a objeto que los inspectores de salud y trabajo puedan iniciar oportunamente la investigación, lo cual en este caso no fue posible.
Tampoco esta mañana se pudo ingresar; cuando Otárola y la gobernadora de Concepción, Andrea Muñoz iban a inspeccionar las condiciones de la faena, el lugar estaba completamente tapado con planchas, en el interior ya no hay huellas de lo que ocurrió, ni siquiera se ha podido establecer si era una empresa o un particular quien estaba a cargo de los trabajos.
Eduardo Vargas fue trasladado desde el regional al hospital Clínico del Sur, donde permanece acompañado de su familia. Su condición de salud es delicada, con diagnóstico reservado, de acuerdo a las autoridades que acudieron al centro asistencial.
