Tras el aplastante triunfo electoral que le dio un tercer mandato consecutivo, el presidente Evo Morales enfrenta grandes desafíos para la transformación de Bolivia, el país de mayor crecimiento en la región, pero aún sumido en la pobreza, el atraso y la impunidad.
El fuerte aval que consiguió Morales en las urnas, con una victoria por encima del 60% de los votos, según resultados provisionales, respondió en gran medida a la bonanza económica que vive el país, pero que el gobierno no tiene asegurado pueda mantener, dijeron analistas a la AFP.
“Lograr la continuidad del crecimiento económico es ahora uno de los mayores retos del gobierno pues eso le asegura la estabilidad social y política”, dijo el analista Marcelo Silva, profesor de ciencia política en la estatal Universidad Mayor San Andrés.
Bolivia, con un crecimiento estimado para este año que podría alcanzar el 6,5%, el mayor en la región, según el ministerio de economía, no dispone del mismo contexto internacional favorable a corto plazo por la baja de los precios de materias primas.
“El país necesita cambiar la matriz económica para generar bienestar sostenible”, consideró Gustavo Pedraza, consultor en política y economía en Santa Cruz. “Bolivia debe dejar de ser completamente dependiente de la extracción de recursos naturales para ir a sistema de producción con valor agregado que genere empleos de calidad”, señaló el analista.
El 80% de los trabajadores bolivianos son informales, comerciantes, campesinos y mineros que no tributan y no tienen beneficios sociales. Y con una desocupación juvenil del más del 20%, según la ONU, muchos jóvenes que salen de las universidades no encuentran empleo y terminan también en el sector informal.
“Hay muchas demandas”
“Hay muchas demandas, y hacemos todo lo posible por atenderlas… los servicios básicos deben ser un derecho humano”, dijo Morales este lunes al defender su política de nacionalizaciones en su primer conferencia de prensa tras la victoria del domingo.
“Tengo casi nueve años de presidente y sigo ganando con más de 60%. Cuando se presta servicio al pueblo el pueblo apoya”, señaló.
El presidente venezolano Nicolás Maduro fue uno de los primeros en felicitar a Morales que dijo obtuvo una “gran victoria” para los pueblos de Suramérica. El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño destacó “el éxito de su proceso revolucionario” y también los gobiernos de Cuba, Francia y El Salvador saludaron su triunfo.
Morales, de 54 años, sacó una amplia ventaja de casi 40 puntos sobre su inmediato contendor, el empresario Samuel Doria Medina, según sondeos de las consultoras Equipos Mori e Ipsos difundidos por la televisión local.
Doria Medina, de 55 años, alcanzaba algo más del 20% de los votos, según estudios sobre el 100% de la votación.
Nuevo líder de la oposición, Doria Medina dijo que el sector debe asegurarse ahora “que no haya más reelecciones, que se cumpla la Constitución (…) y que se maneje adecuadamente la economía”.
Mientras se aguardan guarismos oficiales de las elecciones, con un conteo que el tribunal electoral apenas avanzaba este lunes hasta el 3% de los votos, el gobierno esperaba alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso, que le permitiría avanzar en reformas sin necesidad de la oposición.
Si domina la Asamblea Nacional el presidente debe encarar la reforma de la justicia, otro de los grandes desafíos en Bolivia, según los analistas.
“La grave impunidad en el país está marcada por un grado de corrupción muy grande”, dijo Silva. “Eso permite la continuidad de conductos delictivas como la violencia contra las mujeres y niños. Los crímenes no son penados y quedan en el olvido”, remarcó.
Bolivia es el país latinoamericano con mayor violencia física contra las mujeres.
Dedicado a Fidel y Chávez
El presidente, un férreo defensor de la hoja de coca y furioso crítico de Estados Unidos, dedicó su triunfo a “los que luchan contra el imperialismo. Está dedicado a Fidel Castro y a Hugo Chávez, que en paz descanse”, dijo el gobernante.
En el poder desde 2006, el primer presidente indígena de Bolivia logró ampliar la base de apoyo en el país con un triunfo que se extendió a ocho de los nueve departamentos, sólo perdió en Beni. El gobierno sorprendió al ganar por primera vez en Santa Cruz (este).
En ese departamento, motor económico de Bolivia y donde se concentraba inicialmente la oposición más dura a su política indigenista, antiestadounidense y estatista, Morales ha logrado un sorprendente apoyo favorecido por el crecimiento económico y el buen desempeño de los negocios.
“Antes el triunfo de Morales era contundente en ciertos sectores, ahora es hegemónico y más equilibrado, en casi todo el país”, destacó el analista político Rolando Ramos.
Con este nuevo periodo 2015-2020, el líder cocalero, nacido en el seno de una familia aymara y pastor de llamas en su niñez, podría convertirse en el presidente de mayor permanencia continua en el poder en Bolivia, con 14 años, superando al mariscal Andrés de Santa Cruz que en el siglo XIX gobernó nueve años y nueve meses.