La Corte de Apelaciones de Osorno determinó anular el fallo contra el lonco mapuche Sergio Treuquil Catalán, quien en primera instancia fue declarado culpable y condenado a 5 años y un día de cárcel efectiva por el delito de abuso sexual cuando trabajaba como educador en una escuela intercultural. La decisión se tomó por un vicio o falla en la redacción de la resolución, proceso que se reinició este lunes.

La fiscal jefe de Río Negro, Leyla Chahín, durante los alegatos de autoapertura recordó que las supuestas agresiones fueron cometidas cuando el imputado trabajaba en la Escuela Rural de Riachuelo, en Rio Negro, instancias que habría aprovechado para realizar tocaciones en los genitales y senos de una menor.

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Por su parte el abogado particular, Osvaldo Pizarro, acusó que el actuar de la fiscal durante todo el proceso ha sido discriminatorio y que se ha movido sólo con el afán de difamar a su representado ante la sociedad por el hecho de ser una autoridad mapuche y ha intentado, según él, presentar una especie de “corrupción” al interior del pueblo mapuche al tratar de condenar al lonco.

El abogado continuó diciendo, en medio de su discurso para avalar la inocencia de su representado, que éste sería incapaz de realizar los actos acusados por el Ministerio Público, ya que al ser una autoridad dentro de su pueblo cuenta con el respaldo de la gente al mantener una moral intachable y sobre todo al conocerse el respeto que tienen los pueblos originarios por sus menores.

De acuerdo al testimonio de la menor las agresiones habrían ocurrido entre el 20 de octubre de 2011 y noviembre de ese año. Chahín dijo que el colegio intentó hacer justicia por su cuenta, sin embargo recién en 2013 el caso quedó en manos de la justicia. En tanto diferentes testimonios de menores aseguran que sufrieron las mismas vejaciones y por las cuales el tribunal determinó no reconocer la prueba.

De ser hallado culpable nuevamente, la persecutora estaría solicitando una pena efectiva de presidio mayor en su grado medio, considerando que el imputado era responsable en cuanto a la educación de la menor, abusando la confianza en su calidad de profesor para realizar las tocaciones.