Una muchedumbre ha quemado vivas a siete personas e incendiado unas 20 casas en el oeste de Tanzania, acusándolas de brujería, ha anunciado este viernes la policía tanzana.

El jefe de la policía para la región de Kigoma, Jafari Mohamed, ha informado de 23 detenidos, entre los que figuran jefes locales y un curandero que comparecerán el viernes ante la justicia, “acusados de asesinato”.

El linchamiento tuvo lugar el lunes por la noche en un pueblo de Murufiti, a unos 1.200 km al oeste de Dar es Salam, la capital económica de Tanzania.

Las víctimas “han sido atacadas y quemadas vivas por una muchedumbre de lugareños que las acusaba de practicar la brujería”, ha explicado a la AFP Jafari Mohamed, precisando que cinco de ellas eran mayores de 60 años.

El diario Mwananchi cita el testimonio de un joven, Josephat John, quien afirman haber huido de la aldea al ver la marabunta.

“Cuando volví al día siguiente por la mañana, me encontré con el cuerpo de mi madre, quemado, a unos 10 metros de nuestra casa, y el de mi padre, también quemado, en el interior de la vivienda”, ha contado.

Según fuentes locales citadas en el mismo periódico, las víctimas han sido designadas por un curandero llegado recientemente al pueblo.

En 2012, una ONG tanzana, el Centro Jurídico y de los Derechos Humanos (LHRC) estimó que unas 3.000 personas acusadas de brujería, sobre todo ancianas, fueron linchadas entre 2005 y 2011 en Tanzania.

“Un promedio de 500 personas de la tercera edad, en particular ancianas con enrojecimiento en los ojos, pierden la vida cada año en Tanzania, acusadas de ser brujas”, afirmó el LHRC en un informe.

Según la ONG, las creencias populares afirman que los llamados ojos rojos son una señal de brujería. Añade que esta irritación ocular se debe principalmente a que las mujeres están obligadas a cocinar utilizando boñiga como combustible.

Las mismas creencias atribuyen a la brujería las desventuras y desastres que sufren algunas personas o las comunidades en su conjunto.

Otras de las víctimas de este tipo de creencias, bastante extendidas en las regiones fronterizas entre Tanzania y Burundi, son los albinos.