En la ciudad de Barcelona, la desalinizadora del Llobregat (rio), es la instalación más grande de Europa para la producción de agua potable destinada a consumo humano, por medio de osmosis inversa. En un recorrido por sus instalaciones efectuado por una delegación pública-privada de la Región de Coquimbo, se verificó la importancia que adquirió esta inversión, que hoy permite entregar abastecimiento a los 120 municipios de la red regional ATLL.

A esto se agrega la utilización eficiente del recurso y una administración integrada, lo cual es valorado por Andrés Nazer, gerente dela empresa Aguas del Valle, quien afirmó que “más que los procesos de tratamiento del agua propiamente tal, lo que rescato es la administración del sistema completo. Desde el punto de vista de la fuente de agua, donde hay un organismo que regula su distribución, de acuerdo a su disponibilidad. Considerando también el manejo de la producción de agua potable, que a su vez tiene una robustez impresionante mediante la desalinización para abastecerse en todo momento. Además del tratamiento de las aguas servidas que permiten su uso en diversos puntos, como la inyección del recurso en los acuíferos.

“Para aplicar esto en la región de Coquimbo, creo que sería primordial comenzar a avanzar en esta lógica. Hay que pasar varias etapas para ello, tanto desde el punto de vista del orden administrativo como de los sistemas de tratamiento, por los usos que puede tener. Ello, está regulado por la norma sanitaria española, de la cual principalmente rescatamos esto para poder cuidar nuestros recursos”, detalló.

Por su parte, desde el sector minero de la región de Coquimbo, Mario Jofré, gerente dse recursos hídricos de compañía minera San Gerónimo y presidente dela comisión agua de Corminco, destacó la oportunidad de ejecutar una desalinizadora a nivel local e indicó que “como región tenemos que pasar del diagnóstico y los estudios, a medidas más concretas. Esta sería ejecutar una planta desaladora y otra de depuración de aguas residuales, donde debemos ver si esto se ejecuta con inversiones público-privadas, o solamente vía concesión.

“El modelo de negocios es lo que viene ahora y como sector minero, desde hace ya dos años hemos señalado y estamos convencidos de esto, independiente de la inversión que se haga. Esto sería una solución para descomprimir los sistemas naturales de producción de agua para todos los sectores consumidores de la región, donde estas plantas tienen que cubrir esa necesidad y garantizar el uso sustentable del recurso. Hay disposición de la parte privada a llevar adelante esta iniciativa”, concluyó.

En tanto que, Enzo Guaita, ingeniero de estudio del área de desarrollo de proyectos CAP, indicó que “nosotros como CAP ya estamos operando una planta desalinizadora para nuestros procesos en el sector de puerto Punta Totoralillo, que nos permite abastecer el proyecto Cerro Negro Norte. Acá los españoles tienen todo muy claro desde el punto de vista de recursos hídricos, donde tienen un excelente manejo del agua, lo cual evidenciamos tras la visita a la planta desaladora y las tecnologías utilizadas para ello. Como la osmosis inversa, la electrodiálisis y la opción de precipitación y condensación del agua. Ideas adquiridas que pueden ser replicadas en nuestro país.

“Además es muy importante el tratamiento del agua, ya que en la cuarta región se realiza, pero finalmente se bota al mar. Mientras que acá en España se inyecta a los acuíferos para la utilización posterior de los sectores productivos”, precisó.